14 septiembre, 2010

Día errante




Hoy fue un día errante, las emisiones colisionaban, me siento cansado, he estado en distintos lugares, y sin moverme de donde estoy, he visto, he percibido otros lugares. Un hermano me escribió, con las mismas frases que esperaba, un amigo me llamó, aún sin haber leído un mensaje que le envié, otro pensamiento aparecía de la nada, de alguien que no veo desde hace ya muchos años, también vi muchos jóvenes escribiendo, algunos casi rapados, desesperados, con el ceño fruncido, uno con una leve cicatriz levemente notoria en su cabeza, en fin, podría citar muchos ejemplos, pero lo importante es que la tensión mayor, ya pasó, después del medio día.

No es ver a las personas, sino ver lo que las personas ven. Supongo que es una cualidad que todo el mundo posee, pero muy pocos conocen y muchos menos dominan. Las sensaciones nos envuelven, en cada cosa que hacemos, en cada detalle, en cada momento. Las interpretaciones nos confunden, porque en toda racionalidad, debe existir una explicación lógica para aquello que no logramos definir con claridad, y en eso nos confundimos.

Cierto o no, hay cosas que he confirmado con exactitud, pero no debo empecinar el pensamiento en ideas falsas. Algo sucede, está aquí, en el ambiente, se percibe su presencia, la misma que a la mayoría nos agota, quitándonos energía. Sino me creen, no importa, sólo basta mirarse a si mismos, y entender que existe un cansancio que es real, cada día más intenso, en lo breve que a su vez se va haciendo el tiempo.

Sólo quiero dormir, dormir, dormir, ahora, por siempre, no sé. Solía dormir cuatro horas antes, y era suficiente, pero ahora todo es tan errático y diverso. Vivo en paz, pero aún así, es inquietud lo que siento.




No, no es locura, sólo hay que mirarse a si mismo. Ahí están las respuestas, cuando encontremos las preguntas correctas sobre lo que digo.



Quisiera hacer muchas cosas, y a su vez, quisiera disfrutar aunque sea un momento, lo que sigo.


No hay comentarios.: