Eran las 14:36 PM, un día cualquiera, percibía los pasos tranquilos de unos brazos entrecruzados, algo rectangular y pequeño se revolvía en una de sus manos. Un rostro impaciente se inclinaba levemente hacia el frente, al parecer, queriendo contar adoquines perfectamente ubicados, como recogiendo los motivos de una existencia. Eran pensamientos, puros e intensos arrojados al viento, con un retorno incierto de un futuro incompleto.
De pronto, la vibración se mecía bajo su mano, con sobresalto miró frunciendo su ceño en forma discreta. Sólo dos letras bastaron para confirmar que no importa lo que se diga, en esta vida, todo está conectado. Pero el mundo sigue su curso, y todo marcha sobre ruedas, las de otros, las de muchos, las de algunos pocos que interrumpen sin darse cuenta.
Bueno, ya no pude ver más, el clip entre mis dedos, revoloteaba con la imaginación de sólo querer estar conversando, una taza y un plato.
De pronto, la vibración se mecía bajo su mano, con sobresalto miró frunciendo su ceño en forma discreta. Sólo dos letras bastaron para confirmar que no importa lo que se diga, en esta vida, todo está conectado. Pero el mundo sigue su curso, y todo marcha sobre ruedas, las de otros, las de muchos, las de algunos pocos que interrumpen sin darse cuenta.
Bueno, ya no pude ver más, el clip entre mis dedos, revoloteaba con la imaginación de sólo querer estar conversando, una taza y un plato.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario