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Apernado a su silla se encontraba, con sus manos diestras y veloces. Transcribía sus pensamientos mientras un calor arrollador encendía sus mejillas. La sensación sofocante del ambiente era en apariencia seco, pero su cuerpo parecía húmedo. Preguntó a algunos si sentían calor, pero era el único en aquel ambiente refrigerado.
Cientos de papeles virtuales se construían a una velocidad increíble y a una frecuencia imparable, sin importar que fuese, debía entregar una respuesta a cada uno. Cosas de trabajo eran, como el infinito espacio que le separaba de su planeta natal.
Se había adaptado a las condiciones rutinarias de los humanos, pero no frecuentaba la aceptación, la sensación de estar enclaustrado era parte del aprendizaje que debía pasar en los dos micronios de tiempo otorgados.
Cada micronio era el equivalente a 40 años terrestres, y ya había ocupado el primero de ellos. Pese a su adaptabilidad ante las condiciones establecidas, el tiempo era algo que jugaba en contra, pues sabía perfectamente lo que vendría en el siguiente micronio.
Había observado a alta velocidad los eventos celulares de la especie, y se prestaba a concluir la hipótesis en la cual se encontraba trabajando, no obstante el tiempo apremiaba, y debía entregar su trabajo. Entonces se quedó meditando un rato, y luego pensó… y ¿A quién?
Cientos de papeles virtuales se construían a una velocidad increíble y a una frecuencia imparable, sin importar que fuese, debía entregar una respuesta a cada uno. Cosas de trabajo eran, como el infinito espacio que le separaba de su planeta natal.
Se había adaptado a las condiciones rutinarias de los humanos, pero no frecuentaba la aceptación, la sensación de estar enclaustrado era parte del aprendizaje que debía pasar en los dos micronios de tiempo otorgados.
Cada micronio era el equivalente a 40 años terrestres, y ya había ocupado el primero de ellos. Pese a su adaptabilidad ante las condiciones establecidas, el tiempo era algo que jugaba en contra, pues sabía perfectamente lo que vendría en el siguiente micronio.
Había observado a alta velocidad los eventos celulares de la especie, y se prestaba a concluir la hipótesis en la cual se encontraba trabajando, no obstante el tiempo apremiaba, y debía entregar su trabajo. Entonces se quedó meditando un rato, y luego pensó… y ¿A quién?
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