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Introducción
Hoy había un sol espléndido, era un día como para salir a caminar, y así lo hice. Mientras lo hacía, de pronto sentí un objeto extraño en uno de mis bolsillos, y me imaginé una casa grande y hermosa. Aparentemente no guarda relación esto, pero si vemos un poco más allá, podremos apreciar que el futuro es incierto y todo nace al alcance de nuestra mano, en un solo pensar.
Historia
Cinco días habían pasado desde que el telegrama fue leído por última vez, y en un enrarecido fervor se prestó a escribir sus necesidades primordiales. Estaba en una trinchera, en la plenitud de un desierto árido, inhóspito, casi imaginario, donde podía moverse con plena libertad, pero bajo una soledad plasmante. Su espíritu inquieto caminaba en círculos, y el frío nocturno del desierto le hacía imaginar cosas producto de su propia inseguridad.
Sus temores siempre latentes, se enfocaban en un principio redundante y continuo que le acompañaban desde la infancia sin piedad. Las circunstancias, las creencias, le hacían ver el mundo en una forma lineal, aún pese a sus muchas experiencias y los mundos que ya había recorrido. Quería saber más, obtener conocimiento más allá de su ambición genética, y un día obtuvo un poco de eso, siendo apenas un breve instante de luz, pero sin poder asimilar o entender la extrañeza de su naturaleza, una simple "Piedra".
Ahí estaba, cumpliendo una auto promesa interior para sí, para su progreso, y su propia felicidad, con todo el mundo a sus pies, sin embargo, sentía el precio de su soledad. Era extraño, porque siempre profetizaba sobre la felicidad alcanzada, sus logros y su éxio, fanfarroneando con las cosas que decía a los demás, siendo evidente que a la luz de la verdad, su vida interior pertenecía inmersa otra realidad.
Mientras investigaba unas muestras, recordó que cuando menos lo esperaba, se topó con un objeto extraño que le resultó familiar, algo que con el tiempo le llamó "Piedra" que guardó inconcientemente hasta el tiempo presente. Estorbo, rareza, así lo menoscabó hasta el cansancio aquel objeto, como si fuese una mediocridad, algo sin importancia, sin valor, sin evolución, pero que igual ocupaba su mente sin cesar, sus palabras a veces se hacían duras, y arremetían sin piedad, sobretodo las que no pronunciaba. Aún así, ahí estaba, inentendiblemente sin hacer nada de lo que esperó en todas las pruebas y experimentos que realizó. Aún así, la extraña "Piedra" brillaba en su ser, dialogando incansablemente en su mente una y otra vez. Hubo un largo tiempo que la había olvidado, era cuando tenía todo bajo control, todo un castillo bien estructurado a su realidad perfecta, pero su sola presencia le producía cierto miedo injustificado y curiosidad. Guardaba su "Piedra" en uno de sus bolsillos, y su pensamiento siempre concentrado se enfocaba en una meta, que siempre cumplía, no obstante, esto era distinto, le producía paz, y a ratos una incertidumbre que le molestaba.
El telegrama sería despachado por el grupo especial encargado, al otro día al amanecer. El planeta estaba demasiado saturado de radiación y los intercomunicadores no servían, como tampoco los tele-transportadores, por tanto, mediante maquinaria antigua se movilizaban los grupos de investigación, para recoger determinadas muestras del terreno, y la correspondencia de los científicos que trabajaban en la zona.
Porqué portaba aquella muestra, si en el fondo era una simple "Piedra". Podría arrojarla lejos de su vista, perdiéndola para siempre en la amplia arena, pero ahí estaba, analizándola una y otra vez, y porque en su interior brillaba.
Optó por guardarla, y siguió su intensa labor, el tiempo no perdona y las expediciones debían tener las condiciones óptimas para que pudiesen habitar los sectores y sobrevivir las futuras generaciones. La vida continuaba, había que seguir trabajando sin cesar.
De pronto lo supo, sacó rápidamente la "Piedra" de su bolsillo, la puso en su mano, contemplándola casi con ternura, entendió que debía respetar su naturaleza, entonces giró lentamente su mano, la dejó caer a sus pies, y se retiró.
Era obvio, no era una "Piedra"…
Hoy había un sol espléndido, era un día como para salir a caminar, y así lo hice. Mientras lo hacía, de pronto sentí un objeto extraño en uno de mis bolsillos, y me imaginé una casa grande y hermosa. Aparentemente no guarda relación esto, pero si vemos un poco más allá, podremos apreciar que el futuro es incierto y todo nace al alcance de nuestra mano, en un solo pensar.
Historia
Cinco días habían pasado desde que el telegrama fue leído por última vez, y en un enrarecido fervor se prestó a escribir sus necesidades primordiales. Estaba en una trinchera, en la plenitud de un desierto árido, inhóspito, casi imaginario, donde podía moverse con plena libertad, pero bajo una soledad plasmante. Su espíritu inquieto caminaba en círculos, y el frío nocturno del desierto le hacía imaginar cosas producto de su propia inseguridad.
Sus temores siempre latentes, se enfocaban en un principio redundante y continuo que le acompañaban desde la infancia sin piedad. Las circunstancias, las creencias, le hacían ver el mundo en una forma lineal, aún pese a sus muchas experiencias y los mundos que ya había recorrido. Quería saber más, obtener conocimiento más allá de su ambición genética, y un día obtuvo un poco de eso, siendo apenas un breve instante de luz, pero sin poder asimilar o entender la extrañeza de su naturaleza, una simple "Piedra".
Ahí estaba, cumpliendo una auto promesa interior para sí, para su progreso, y su propia felicidad, con todo el mundo a sus pies, sin embargo, sentía el precio de su soledad. Era extraño, porque siempre profetizaba sobre la felicidad alcanzada, sus logros y su éxio, fanfarroneando con las cosas que decía a los demás, siendo evidente que a la luz de la verdad, su vida interior pertenecía inmersa otra realidad.
Mientras investigaba unas muestras, recordó que cuando menos lo esperaba, se topó con un objeto extraño que le resultó familiar, algo que con el tiempo le llamó "Piedra" que guardó inconcientemente hasta el tiempo presente. Estorbo, rareza, así lo menoscabó hasta el cansancio aquel objeto, como si fuese una mediocridad, algo sin importancia, sin valor, sin evolución, pero que igual ocupaba su mente sin cesar, sus palabras a veces se hacían duras, y arremetían sin piedad, sobretodo las que no pronunciaba. Aún así, ahí estaba, inentendiblemente sin hacer nada de lo que esperó en todas las pruebas y experimentos que realizó. Aún así, la extraña "Piedra" brillaba en su ser, dialogando incansablemente en su mente una y otra vez. Hubo un largo tiempo que la había olvidado, era cuando tenía todo bajo control, todo un castillo bien estructurado a su realidad perfecta, pero su sola presencia le producía cierto miedo injustificado y curiosidad. Guardaba su "Piedra" en uno de sus bolsillos, y su pensamiento siempre concentrado se enfocaba en una meta, que siempre cumplía, no obstante, esto era distinto, le producía paz, y a ratos una incertidumbre que le molestaba.
El telegrama sería despachado por el grupo especial encargado, al otro día al amanecer. El planeta estaba demasiado saturado de radiación y los intercomunicadores no servían, como tampoco los tele-transportadores, por tanto, mediante maquinaria antigua se movilizaban los grupos de investigación, para recoger determinadas muestras del terreno, y la correspondencia de los científicos que trabajaban en la zona.
Porqué portaba aquella muestra, si en el fondo era una simple "Piedra". Podría arrojarla lejos de su vista, perdiéndola para siempre en la amplia arena, pero ahí estaba, analizándola una y otra vez, y porque en su interior brillaba.
Optó por guardarla, y siguió su intensa labor, el tiempo no perdona y las expediciones debían tener las condiciones óptimas para que pudiesen habitar los sectores y sobrevivir las futuras generaciones. La vida continuaba, había que seguir trabajando sin cesar.
De pronto lo supo, sacó rápidamente la "Piedra" de su bolsillo, la puso en su mano, contemplándola casi con ternura, entendió que debía respetar su naturaleza, entonces giró lentamente su mano, la dejó caer a sus pies, y se retiró.
Era obvio, no era una "Piedra"…
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