04 febrero, 2010

1313 (R)

Introducción:

Reunidos estábamos en la mesa, conversando y compartiendo con los niños, el festejo de un aniversario y un cumpleaños que coincidían en pleno.

Historia:

Observaba con atención la intensidad del brillo en su mirada, la de un ser que con humildad, se sentía agradecido de la vida que llevaba, por su gran fortuna, tener una hermosa familia, un techo en principio inalcanzable y otras pocas cosas que adoraba, hogar se llamaba y cariño que nunca le faltaba.

Unas copas fueron las que desprendieron sus palabras apasionadas, con fervor, con entusiasta pasión, y que con suma elocuencia mencionaba:

“El pensamiento que es vertido en el espacio, se devuelve por entero, así, tal cual como pensemos, tal cual lo cosecharemos”

En el fondo, no hay mejor vida que la vida misma que llevemos, incluso aquella con un poco de dolor y un poco de alegría, pese al tiempo venidero, incluso incomprendido, en sus ojos brillosos y húmedos recordando preciados momentos que fueron, y dejando que fluyan aquellos que ahora son presente y nuevos.

De sus propias manos es el pensamiento sereno y tranquilo, de lo que fue y lo que ha sido, pasado es y merecida luz recibirá aquel hombre poseedor de su mirada y de su brillo eterno.

Así es, la luz de sus ojos, que ahora recuerdo.

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