30 diciembre, 2008

Señales



Que fuerte!. Empezó hoy 30/12/2008 aprox. a las 10:00 AM.
una intensa sensación abdominal, que casi no puedo contener.
Es extraño, se extiende hacia mis manos, como si fuese una
corriente eléctrica, inunda mi cabeza y me impide concentrarme
hasta en las cosas más simples y cotidianas. Siento una leve
náusea. Debe ser un efecto secundario.

Quisiera saber la fuente, pero no logro detectar su origen.
He llamado a mi señora hace poco, y ella detecta exactamente
La misma sensación, y casi con la misma intensidad. Tampoco
Sabe el origen, pero algo sucede, y no es algo entre nosotros.

Llamé a mi viejo y nada, llamé a mi mejor amigo, mi hermano
Marco (alias camión, por lo gigante de su estatura), y nada.

Llamé a mi otro hermano, quería sabe si era mi madre, pero
Nada. No tengo más amigos a quién deba llamar, por ende
Se descarta un asunto familiar por mi parte.

Por el lado de mi señora, sólo confirmamos que el cáncer
Que afecta a su padre, aparentemente da muestras de
ser la hora tan penosamente esperada.

Asumimos entonces que puede ser ese el origen, pero
aún así no lo creemos.

Entonces que es…

Ayer hizo demasiado calor, era casi imposible dormir,
Pensar todo el día, acostarse pensando y despertar
Pensando. Creo que es una insaciable sed de aquel
Dichoso conocimiento. Al final, ya casi cerca de las
3:00 AM, atiné a ver una de los tantos capítulos de
La serie Star-Trek, y el sueño me venció.

Son las 12:45, y la sensación no desaparece. Espero
Que todo esté bien. Lo que realmente me inquieta es el
Hecho de que no soy el único que lo percibe. Por lo
Que descarto locura, paranoia u otro síntoma médico.

Mañana será un día especial, como para muchos,
un día 31 de Diciembre, que como cada año le dedico
un tiempo en soledad, para pensar y meditar.
Resumen del año y esas cosas. Rezar tal vez, o por
lo menos inventar una oración con muchísima fé,
y humildad, por todos mis seres queridos, recopilando
toda la energía que sea posible, necesaria para un nuevo
y mejor año para todos, cobijado bajo la sombra de algún
frondoso árbol. Luego, mucho más tarde eso sí, vendrá
mi ya tradicional larga caminata nocturna por alguna de las
calles de esta contaminada ciudad.

Son cosas simples y pequeñas, pero importantes en toda
Transición. Y es por eso que me siento agradecido, de lo
poco y nada que tengo, y sobre todo del amor recibido
por tanto tiempo.

Quizás en la noche miraré al cielo, un poco antes del
Nuevo año, y escucharé aquella vieja canción,
que se repetirá una y otra vez, por siempre.

29 diciembre, 2008

Incomunicado


Bueno, bueno... merecido quizás... pero así es la vida.
Tantas cosas escritas, otras pocas dichas, ser escuchado
una vez más después de tantos años, y recordar otras
tantas. Y ahora incomunicado en totalidad, sin siquiera
unas migajas de pan.

Ni el gran Google me salvará esta vez, sin correo,
sin blog, sin nada más que tratar de adivinar
o imaginar dónde estás, o como estás. Tal vez sea
lo mejor, no lo sé. Es una rara sensación de abandono.

No se puede tener todo en la vida, y no todo
en la vida es armonía, todo tiene un precio,
ya que debes dejas algo a cambio. Se entiende,
Auque no se quiera aceptar.

Como evitar pensar, como evitar sentir, como evitar
escuchar aquellas voces del socio que llevamos
dentro, y que siempre nos recuerda quienes somos
o lo que hacemos.

Como sea... siempre estás y estarás, y eso ya no
depende de mi voluntad. Hay cosas en la vida
que no se pueden apagar como una ampolleta
accionada por un simple interruptor.

Es curioso, pero recuerdo un viejo dibujo de un
rostro que siempre dibujaba desde niño. Aquel
rostro blanco de mirada pura, con su ordenadísimo
peinado de cola de caballo, siempre ahí,
guardado en mi mente desde siempre. Tal vez,
eso fue lo que vi aquel día, y pese a ello, sé que
no es así como se gatilló toda esta historia. Por
mi parte, fue una sensación genérica que se
agolpaba en mi estómago mientras el pulso
se aceleraba, y todo esto sin siquiera ver.

Es 29 de Diciembre, del 2008, y así siguen
Pasando los días. El tiempo, impugnable y
Abstracto ser, que nos arrebata nuestra niñez,
Nos deja siempre una enseñanza, que casi
Siempre es con dolor, y que es algo duro
De aceptar a veces, el sólo hecho de que
La vida debe continuar.

Es por este motivo que no debemos mirar
Atrás, para así no convertirnos en sal, o
En piedra, estática y sin evolución. Porque
La vida se abre paso y es ahí donde debemos
Estar, por el breve tiempo que sea necesario,
Siempre entregando lo mejor de nosotros
Mismos, con alegría, con sabiduría, con
Esperanza.

Aunque alguna vez fuese llamado cobarde,
Es una verdad que no me escondo como otros,
Y he dado la cara, y he dado mi versión de los
Hechos, y he tocado cielo sin cegarme a la
Realidad o a mi propia responsabilidad.
Y por duro o difícil que sea todo esto,
aquí estoy, incomunicado una vez más.

Ohhhh!!!! Dios, no sé que decir. Serán sólo
Palabras al viento, o alguna vez alguien
Leerá todo esto. Ya no importa, porque aunque
Nadie las lea, aquí estarán, y cada cierto momento
Aparecerán, insaciables ante la grandeza de esta
Nueva forma de vida llamada eternidad.

Ya pasará...

24 diciembre, 2008

Sensación



Después de todo un día Miércoles
24/12/2008, de un día maravilloso, soleado,
alegre, vísperas de Navidad, pero que sin
embargo, guarda la nostalgia de una
sensación perturbadora.

Ahora ya es de noche, y todo continúa
bajo el constante calor del desvelo.

Tal vez sea sólo ansiedad, quizás una
arritmia cardiaca, un dolor estomacal
que nunca cesa, y que aveces es muy
intenso, como si fuese una señal,
perfectamente definible y clara, pero
ilógica y desovediente a la vez.
Distrae, molesta, inquieta, y preocupa
sobremanera. No obstante debe ser ignorada,
dejada, encasillada, para que no duela
más.



Seguirá así por toda una vida?, o el
piadoso tiempo hará su meticuloso trabajo
como siempre, y alejará poco a poco
aquella extraña sensación. Eso,
nunca se sabrá.

Son muchas las señales recibidas, como
un mar de voces sacudiendo tus sentidos,
unas más intensas que otras, pero una en
particular, silenciosa en sí, siempre
sobresale irreverente al resto, presuntuosa
y vanidosa, que te trata de contactar,
vigilar, o ver lo que ves, más allá de
la distancia, más allá del mismo tiempo.

23 diciembre, 2008

Miguitas de Pan

Ciertamente como todos sabemos, muchos personajes
estan vueltos locos en fechas festivas, siempre en carrera
sometidos por esta insistente sociedad, que nos impone el
llevar una determinada vida, y tratar de mantenerla a toda
costa. Digáis navidad y regalos, digáis verano y vacaciones,
digáis fiestas patrias y chicha en mano, digáis días santos
y nos volvemos vegetarianos. Como sea, son costumbres
impuestas, aprendidas, o simplemente aceptadas por
nuestra tendencia al hábito. Sin embargo, siempre
existen aquellos que se creen diferentes, o por lo menos
lo intentan, y cuanto más insisten en ser especiales,
más fácilmente caen en el viejo jueguito de seguir tendencias,
por ejemplo, los góticos, los panks, los tatuajeros, los
sofisticados, los místicos, etc... En general muchos personajes
con un cierto aire de querer y pretender ser algo más que
sólo un punto de esta sociedad impuesta. Tanto así,
que ni los intelecutales se salvan de esta ley.

No obstante, existe un personaje, único en sí, que
tras un sueño abstracto e incomprensible sólo buscó
su propio camino, tratando de comprender más allá de lo
que debía, y siguiendo una ruta incierta tras la hueya
de una pocas miguitas de pan.

Sin objetivos, sin metas, más que con sólo la ilusión de
poder entender y clarificar su propia vida, y entender
que su existencia tenía algún propósito inusual. Al parecer
embaucado en un camino eterno, del cual nunca podría
escapar, pero con la conciencia limpia, procurando
siempre lo correcto, aún pese a sus propios errores,
virtudes y sus propios sentimientos.

Se sufre, pero se soporta, también hay alegría, y por cierto
esperanza, y así, la vida continúa una y otra vez.

Unas pocas miguitas de pan, y será suficiente como para
detenerse un instante bajo la sombra del tiempo y poder mirar
al cielo, y decir gracias, por haber tenido el gratísimo privilegio
de haber allado aquel divino camino incierto...

15 diciembre, 2008

El Vigente


Muchas cosas suceden en la vida, y
cuando han pasado tanto tiempo, todo
obviamente cambia, y las personas que alguna
vez fueron, ya no son. La esencia se
mantiene, pero en definitiva todo cambia.

La verdad es algo que siempre debiese estar
presente en cada instancia de la vida. Pero,
que es verdad y que es mentira. Hasta que
punto se pueden guardar los recuerdos de
un pasado, los hechos de un presente, o las
pretensiones de un futuro. Es una utopía,
en donde el juego nunca para, y para bien o
para mal, todo depende de como se digan las
cosas, como se exponga un hecho, o como se
administre la vida, o simplemente como se
hace una entrega.

Existe un concepto claro, al respecto, que es
la inteligencia emocional, un privilegio de
sólo unos pocos. Algo que debiese ser parte
de la usanza universal, pero que sin embargo
no depende de la inteligencia en sí, ni de
la voluntad de querer escuchar. Es una
irracionalidad al igual que el egoísmo
personal, carcome el pensamiento, sin permitir
observar con claridad que los hechos de la vida
son por algo, y que ese algo no es un fin
condenatorio, más bien, es un hecho innegable
de otro tiempo, sin pretensiones de perjuicio.

Es increíble, pero resulta emocionante el
riesgo, y eso le da un sabor especial a la
vida. Pero hasta que punto ese riesgo vale
la pena. Es algo incierto, es como querer
contar los dientes a un cocodrilo, uno por
uno sin que este se dé cuenta. Es un absurdo
pensar que no te verá, porque tarde o temprano
se dará cuenta y te morderá con toda su furia,
y lo que puedes perder en aquel osado acto
ya dejará de ser divertido.

Por ejemplo, cada hombre es distinto, algunos
tercos, densos, y violentos, otros unos eternos
arrepentidos, fríos como escarcha y duros como
hielo, observadores, misteriosos, tímidos, osados.
Como sea, todos son distintos, así como las
mujeres, no escapan a estas variedades. Son víboras,
tiernas, dulces, agresivas, dóciles, inteligentes,
obsesionadas, etc...

En fin, la variedad es muy amplia, aún así
siempre hay un punto en común, que es la capacidad
de sentir, y su diferencia, es la razón de como
percibimos esos sentimientos. Es una cualidad
humana, que distrae, distorsiona, nos obsesiona,
nos persigue a través del tiempo, sinónimo de
angustia, nostalgia, alegría, aquello que nos
acelera el pulso tal como si fuese un miedo
descontrolado, pero que no rehuimos, más bien
que buscamos. Está siempre presente, independiente
de que si las personas puedan o no verse, y que
sólo basta el hecho de saber que existe. Es intangible,
pero notoriamente presente, es algo que será así
por siempre.

Tanta tontera, tan sólo porque la gente no es
capaz de escuchar civilizadamente, ya que el
egoísmo y el instinto los envuelven y no les
deja pensar. Ese exceso los hace vulnerables
e inseguros frente a la vida. Intolerantes a
los sentimientos, y débiles ante el cambio.

Tal vez para algunos, la vida no sea tan emocionare,
pero si mucho mas tranquila, y esa paz, tan
buscada, pareciera ser una buena alternativa,
a ratos.

Muchas veces quisiera decir lo que siento,
pero siempre veo que esto afecta potencialmente
a las personas, y los hace sufrir de alguna forma
que no me gusta. Por mucho que les quiera, les
aprecie o les ame, son tan sensibles, que basta
una palabra, un llamado, un gesto, y su mundo
se destruye y desmorona. Quisiera a veces, poder
decir abiertamente mi propia necesidad de querer
abrazarte, besarte y cobijarte entre mis brazos,
que sientas un latido sincero incapaz de ser
controlado o simulado. Que sepas que estoy ahí.
Pero dicha cercanía duele, y hace doler. Se
adhiere al intelecto, confunde a veces, y distrae
de lo que como verdad debemos hacer.

Así son los sentimientos, indómitos, chúcaros,
encarcelados por egoísmos ajenos, llenos de
enormes roqueríos. LLenos de miedos y consfusos
pensamientos.

Ojalá todo fuese mas fácil, si todo se pudiese
decir, si todo en cuanto uno quisiera se
permitiera cumplir, sería igual un conflicto
en el que la libertad de unos chocaría contra
la libertad de otros.

Hay quienes no entienden el verdadero concepto
del tiempo, y envejecen en su porfía, incluso
a costa de su propia seguridad e integridad.
Imprudentes, ciegos, e irreverentes ante el
riesgo y los resultados de sus actos derivados
de su propia irresponsabilidad.

Cuanta pasión se puede sentir en un momento,
que tan sólo en un instante se desvanece en
el tiempo, destruyendo aquello que por años
de duro sacrificio sea ha construido, con
tanto cariño. Que tanta importancia podría
tener un segundo en la vida, al punto de que
toda una vida cambie en un segundo.

La gente no entiende, no comprende, no sabe,
y muchos ni siquiera se imaginan la verdad.
Muchísimos son los que creen lo que viven y
no se dan cuenta en lo que están. Es una
constante oscuridad que nubla hasta la visión
del más hábil e inteligente. En general, todos
creen que sus vidas ha transcurrido según lo
que han visto y conocido, y que todos los años
transcurridos, han sido parte de toda una
existencia. Pero tan sólo basta con mirar un
poco dónde estamos ahora mismo, para darnos
cuenta que toda una vida, no fue más que un
segundo, y que muchas cosas de las que guardamos
están ahí, aún presentes desde siempre en
nuestras mentes, como una condenatoria
eternidad vigente.

Algunos obsequian flores, otros música, otros
serán recordados por sus notables acciones, o
simplemente por su olor. Como sea, todos
tiene algo que aportar, tan sólo para permitirse
estar vigentes en el recuerdo de la historia,
una y otra vez, cautivos en tu mente, cada vez,
que le necesites, ahí estará.

Es un acto de fe, de creencia, más allá de la
propia cultura y hábito adquirido. Es un
sentir que trasciende más allá del tiempo,
sin mezquindad, sin objetivo, sin necesidad.
Tan sólo un lindo recuerdo que generosamente,
siempre nos acompañará por siempre.

11 diciembre, 2008

Una banca, un pensamiento


Una banca y un pensamiento, tan sólo
eso bastaba para intentar comunicarse
a través del tiempo. Aquellos mensajes
que alguna vez fueron, y que marcaron
las vidas para siempre, en un afán sin
precedentes, basado únicamente en lo
más divino de un sentimiento.

Aquél joven, paseaba su miraba, donde
algunas voces interrumpían constantemente
su profunda meditación. Podía escuchar los
molestos sonidos de la ciudad, incluso ciertos
pasos de algunos que con su curiosa mirada se
atrevían a interrumpir aquel divino momento.
Podía ver las aves a través de sus sonidos,
intentando sacar de su cabeza el constante
rugir de aquella congestionada ciudad.
Hasta que en un momento dado, los vehículos,
por momentos, parecían casi desaparecer,
y su pensamiento sólo se enfocó
en un puro objetivo, ver a través del
tiempo, aquellas claras imágenes de quienes
alguna ves, estuvieron cobijados bajo
la sombra de aquel árbol, tan
solo compartiendo unos pocos pero
gratísimos momentos, ya sea conversado,
o simplemente sintiendo la compañía
anhelada de la suave brisa del viento.

Algunas galletas, una bebida de tarro,
y que más podía necesitar para compartir
en soledad un momento tan grato, como la
tranquilidad de su soledad. Algunos jóvenes
jugaban con unas regaderas, mojándose y
riendo como chicos traviesos en aquel día
tan caluroso. Detrás, unas personas haciendo
taichi, mientras un entusiasta ciclista se
detenía muy cerca a contemplarlos. Algunas
guapas chicas, se paseaban por ahí, otras
no tanto, también. Algunas parejas, otros
grupos de jóvenes, y en un momento dado
una niña de rústica apariencia se atrevió
a acercarse a pedir unas monedas. Situación
que le produjo bastante desconfianza, porque
le sintió, antes de que llegara a su lado,
obligándole a ponerse de pie, mas que nada
por desconfianza, y le aterrizó en el
sentido de que no podía dejar de estar
atento ni un minuto. Sacó una moneda de
su bolsillo, pareciéndole barato comprar
su tranquilidad. Por suerte, nada importante.

En un momento dado, por un buen rato,
su cabeza se inclinó lentamente, y como
buscando lo impensable miró el suelo,
imaginando tal vez, que aquella arenilla
seca tenía cierto parecido a la de una playa.

Cuando levantó su mirada, dejó su tarro
bebestible, una crush, que dejó en su lado
izquierdo, y que miró con cierto toque de
nostalgia. Entonces fue que con lentitud
cerró un instante sus ojos, mientras su
brazo izquierdo se extendía apoyándose en
aquella banca, y sus manos discretas
trataban de abrazar el aire, como queriendo
coger en la nada. Fueron tan solo cinco
minutos en que su imaginación voló tan lejos
y tan cerca a la vez, tocando muy suavemente
con sus dedos detrás de un cuello imaginario.
Entonces fue que empezó a sentir un calorcito
muy notorio, más allá de la temperatura normal
del entorno, y pudo capturar la sensación de
estar efectivamente tocando el aire con sus
manos. Era un hormigueo en sus manos, como
si se agruparan millones de agujas clavándole
directamente sobre sus palmas.

Luego terminó su música, y dejó aquello,
para decididamente saciar con un momento de
relax y esparcimiento aquel breve momento.

Su mente ya volvía en sí, cuando de pronto
un teléfono vibraba anunciando un mensaje de
texto. Así, es, la "publicidad" está en todas
partes, y algunas más especiales y originales
que otras. En fin.

Después de un rato, tan sólo se dedicó a
contemplar a dos personas haciendo taichi,
un oriental que enseñaba a un occidental.

Y la vida continúa... el trabajo debe seguir,
porque la ciudad nunca duerme. Pero la verdadera
libertad, no está en aquello que se nos sea
posible de hacer, sino en aquello que en
nuestro privado momento somos capaces de
alcanzar a percibir. Más allá de las limitaciones
del tiempo, más allá de nuestras propias
limitaciones y prejuicios, estamos solos,
en un constante silencio. Pero con la dicha
de ser libres en nuestro propio pensamiento.

07 diciembre, 2008

Dance (1)



Proximamente...

Ya habrá tiempo y tranquilidad para tomar un tema tan
fascinante como la danza, que más allá de unos simples
movimientos, se trata de una expresión, un arte, una entrega.




Por mientras un ejemplo de la muestra: