30 diciembre, 2008

Señales



Que fuerte!. Empezó hoy 30/12/2008 aprox. a las 10:00 AM.
una intensa sensación abdominal, que casi no puedo contener.
Es extraño, se extiende hacia mis manos, como si fuese una
corriente eléctrica, inunda mi cabeza y me impide concentrarme
hasta en las cosas más simples y cotidianas. Siento una leve
náusea. Debe ser un efecto secundario.

Quisiera saber la fuente, pero no logro detectar su origen.
He llamado a mi señora hace poco, y ella detecta exactamente
La misma sensación, y casi con la misma intensidad. Tampoco
Sabe el origen, pero algo sucede, y no es algo entre nosotros.

Llamé a mi viejo y nada, llamé a mi mejor amigo, mi hermano
Marco (alias camión, por lo gigante de su estatura), y nada.

Llamé a mi otro hermano, quería sabe si era mi madre, pero
Nada. No tengo más amigos a quién deba llamar, por ende
Se descarta un asunto familiar por mi parte.

Por el lado de mi señora, sólo confirmamos que el cáncer
Que afecta a su padre, aparentemente da muestras de
ser la hora tan penosamente esperada.

Asumimos entonces que puede ser ese el origen, pero
aún así no lo creemos.

Entonces que es…

Ayer hizo demasiado calor, era casi imposible dormir,
Pensar todo el día, acostarse pensando y despertar
Pensando. Creo que es una insaciable sed de aquel
Dichoso conocimiento. Al final, ya casi cerca de las
3:00 AM, atiné a ver una de los tantos capítulos de
La serie Star-Trek, y el sueño me venció.

Son las 12:45, y la sensación no desaparece. Espero
Que todo esté bien. Lo que realmente me inquieta es el
Hecho de que no soy el único que lo percibe. Por lo
Que descarto locura, paranoia u otro síntoma médico.

Mañana será un día especial, como para muchos,
un día 31 de Diciembre, que como cada año le dedico
un tiempo en soledad, para pensar y meditar.
Resumen del año y esas cosas. Rezar tal vez, o por
lo menos inventar una oración con muchísima fé,
y humildad, por todos mis seres queridos, recopilando
toda la energía que sea posible, necesaria para un nuevo
y mejor año para todos, cobijado bajo la sombra de algún
frondoso árbol. Luego, mucho más tarde eso sí, vendrá
mi ya tradicional larga caminata nocturna por alguna de las
calles de esta contaminada ciudad.

Son cosas simples y pequeñas, pero importantes en toda
Transición. Y es por eso que me siento agradecido, de lo
poco y nada que tengo, y sobre todo del amor recibido
por tanto tiempo.

Quizás en la noche miraré al cielo, un poco antes del
Nuevo año, y escucharé aquella vieja canción,
que se repetirá una y otra vez, por siempre.

29 diciembre, 2008

Incomunicado


Bueno, bueno... merecido quizás... pero así es la vida.
Tantas cosas escritas, otras pocas dichas, ser escuchado
una vez más después de tantos años, y recordar otras
tantas. Y ahora incomunicado en totalidad, sin siquiera
unas migajas de pan.

Ni el gran Google me salvará esta vez, sin correo,
sin blog, sin nada más que tratar de adivinar
o imaginar dónde estás, o como estás. Tal vez sea
lo mejor, no lo sé. Es una rara sensación de abandono.

No se puede tener todo en la vida, y no todo
en la vida es armonía, todo tiene un precio,
ya que debes dejas algo a cambio. Se entiende,
Auque no se quiera aceptar.

Como evitar pensar, como evitar sentir, como evitar
escuchar aquellas voces del socio que llevamos
dentro, y que siempre nos recuerda quienes somos
o lo que hacemos.

Como sea... siempre estás y estarás, y eso ya no
depende de mi voluntad. Hay cosas en la vida
que no se pueden apagar como una ampolleta
accionada por un simple interruptor.

Es curioso, pero recuerdo un viejo dibujo de un
rostro que siempre dibujaba desde niño. Aquel
rostro blanco de mirada pura, con su ordenadísimo
peinado de cola de caballo, siempre ahí,
guardado en mi mente desde siempre. Tal vez,
eso fue lo que vi aquel día, y pese a ello, sé que
no es así como se gatilló toda esta historia. Por
mi parte, fue una sensación genérica que se
agolpaba en mi estómago mientras el pulso
se aceleraba, y todo esto sin siquiera ver.

Es 29 de Diciembre, del 2008, y así siguen
Pasando los días. El tiempo, impugnable y
Abstracto ser, que nos arrebata nuestra niñez,
Nos deja siempre una enseñanza, que casi
Siempre es con dolor, y que es algo duro
De aceptar a veces, el sólo hecho de que
La vida debe continuar.

Es por este motivo que no debemos mirar
Atrás, para así no convertirnos en sal, o
En piedra, estática y sin evolución. Porque
La vida se abre paso y es ahí donde debemos
Estar, por el breve tiempo que sea necesario,
Siempre entregando lo mejor de nosotros
Mismos, con alegría, con sabiduría, con
Esperanza.

Aunque alguna vez fuese llamado cobarde,
Es una verdad que no me escondo como otros,
Y he dado la cara, y he dado mi versión de los
Hechos, y he tocado cielo sin cegarme a la
Realidad o a mi propia responsabilidad.
Y por duro o difícil que sea todo esto,
aquí estoy, incomunicado una vez más.

Ohhhh!!!! Dios, no sé que decir. Serán sólo
Palabras al viento, o alguna vez alguien
Leerá todo esto. Ya no importa, porque aunque
Nadie las lea, aquí estarán, y cada cierto momento
Aparecerán, insaciables ante la grandeza de esta
Nueva forma de vida llamada eternidad.

Ya pasará...

24 diciembre, 2008

Sensación



Después de todo un día Miércoles
24/12/2008, de un día maravilloso, soleado,
alegre, vísperas de Navidad, pero que sin
embargo, guarda la nostalgia de una
sensación perturbadora.

Ahora ya es de noche, y todo continúa
bajo el constante calor del desvelo.

Tal vez sea sólo ansiedad, quizás una
arritmia cardiaca, un dolor estomacal
que nunca cesa, y que aveces es muy
intenso, como si fuese una señal,
perfectamente definible y clara, pero
ilógica y desovediente a la vez.
Distrae, molesta, inquieta, y preocupa
sobremanera. No obstante debe ser ignorada,
dejada, encasillada, para que no duela
más.



Seguirá así por toda una vida?, o el
piadoso tiempo hará su meticuloso trabajo
como siempre, y alejará poco a poco
aquella extraña sensación. Eso,
nunca se sabrá.

Son muchas las señales recibidas, como
un mar de voces sacudiendo tus sentidos,
unas más intensas que otras, pero una en
particular, silenciosa en sí, siempre
sobresale irreverente al resto, presuntuosa
y vanidosa, que te trata de contactar,
vigilar, o ver lo que ves, más allá de
la distancia, más allá del mismo tiempo.

23 diciembre, 2008

Miguitas de Pan

Ciertamente como todos sabemos, muchos personajes
estan vueltos locos en fechas festivas, siempre en carrera
sometidos por esta insistente sociedad, que nos impone el
llevar una determinada vida, y tratar de mantenerla a toda
costa. Digáis navidad y regalos, digáis verano y vacaciones,
digáis fiestas patrias y chicha en mano, digáis días santos
y nos volvemos vegetarianos. Como sea, son costumbres
impuestas, aprendidas, o simplemente aceptadas por
nuestra tendencia al hábito. Sin embargo, siempre
existen aquellos que se creen diferentes, o por lo menos
lo intentan, y cuanto más insisten en ser especiales,
más fácilmente caen en el viejo jueguito de seguir tendencias,
por ejemplo, los góticos, los panks, los tatuajeros, los
sofisticados, los místicos, etc... En general muchos personajes
con un cierto aire de querer y pretender ser algo más que
sólo un punto de esta sociedad impuesta. Tanto así,
que ni los intelecutales se salvan de esta ley.

No obstante, existe un personaje, único en sí, que
tras un sueño abstracto e incomprensible sólo buscó
su propio camino, tratando de comprender más allá de lo
que debía, y siguiendo una ruta incierta tras la hueya
de una pocas miguitas de pan.

Sin objetivos, sin metas, más que con sólo la ilusión de
poder entender y clarificar su propia vida, y entender
que su existencia tenía algún propósito inusual. Al parecer
embaucado en un camino eterno, del cual nunca podría
escapar, pero con la conciencia limpia, procurando
siempre lo correcto, aún pese a sus propios errores,
virtudes y sus propios sentimientos.

Se sufre, pero se soporta, también hay alegría, y por cierto
esperanza, y así, la vida continúa una y otra vez.

Unas pocas miguitas de pan, y será suficiente como para
detenerse un instante bajo la sombra del tiempo y poder mirar
al cielo, y decir gracias, por haber tenido el gratísimo privilegio
de haber allado aquel divino camino incierto...

15 diciembre, 2008

El Vigente


Muchas cosas suceden en la vida, y
cuando han pasado tanto tiempo, todo
obviamente cambia, y las personas que alguna
vez fueron, ya no son. La esencia se
mantiene, pero en definitiva todo cambia.

La verdad es algo que siempre debiese estar
presente en cada instancia de la vida. Pero,
que es verdad y que es mentira. Hasta que
punto se pueden guardar los recuerdos de
un pasado, los hechos de un presente, o las
pretensiones de un futuro. Es una utopía,
en donde el juego nunca para, y para bien o
para mal, todo depende de como se digan las
cosas, como se exponga un hecho, o como se
administre la vida, o simplemente como se
hace una entrega.

Existe un concepto claro, al respecto, que es
la inteligencia emocional, un privilegio de
sólo unos pocos. Algo que debiese ser parte
de la usanza universal, pero que sin embargo
no depende de la inteligencia en sí, ni de
la voluntad de querer escuchar. Es una
irracionalidad al igual que el egoísmo
personal, carcome el pensamiento, sin permitir
observar con claridad que los hechos de la vida
son por algo, y que ese algo no es un fin
condenatorio, más bien, es un hecho innegable
de otro tiempo, sin pretensiones de perjuicio.

Es increíble, pero resulta emocionante el
riesgo, y eso le da un sabor especial a la
vida. Pero hasta que punto ese riesgo vale
la pena. Es algo incierto, es como querer
contar los dientes a un cocodrilo, uno por
uno sin que este se dé cuenta. Es un absurdo
pensar que no te verá, porque tarde o temprano
se dará cuenta y te morderá con toda su furia,
y lo que puedes perder en aquel osado acto
ya dejará de ser divertido.

Por ejemplo, cada hombre es distinto, algunos
tercos, densos, y violentos, otros unos eternos
arrepentidos, fríos como escarcha y duros como
hielo, observadores, misteriosos, tímidos, osados.
Como sea, todos son distintos, así como las
mujeres, no escapan a estas variedades. Son víboras,
tiernas, dulces, agresivas, dóciles, inteligentes,
obsesionadas, etc...

En fin, la variedad es muy amplia, aún así
siempre hay un punto en común, que es la capacidad
de sentir, y su diferencia, es la razón de como
percibimos esos sentimientos. Es una cualidad
humana, que distrae, distorsiona, nos obsesiona,
nos persigue a través del tiempo, sinónimo de
angustia, nostalgia, alegría, aquello que nos
acelera el pulso tal como si fuese un miedo
descontrolado, pero que no rehuimos, más bien
que buscamos. Está siempre presente, independiente
de que si las personas puedan o no verse, y que
sólo basta el hecho de saber que existe. Es intangible,
pero notoriamente presente, es algo que será así
por siempre.

Tanta tontera, tan sólo porque la gente no es
capaz de escuchar civilizadamente, ya que el
egoísmo y el instinto los envuelven y no les
deja pensar. Ese exceso los hace vulnerables
e inseguros frente a la vida. Intolerantes a
los sentimientos, y débiles ante el cambio.

Tal vez para algunos, la vida no sea tan emocionare,
pero si mucho mas tranquila, y esa paz, tan
buscada, pareciera ser una buena alternativa,
a ratos.

Muchas veces quisiera decir lo que siento,
pero siempre veo que esto afecta potencialmente
a las personas, y los hace sufrir de alguna forma
que no me gusta. Por mucho que les quiera, les
aprecie o les ame, son tan sensibles, que basta
una palabra, un llamado, un gesto, y su mundo
se destruye y desmorona. Quisiera a veces, poder
decir abiertamente mi propia necesidad de querer
abrazarte, besarte y cobijarte entre mis brazos,
que sientas un latido sincero incapaz de ser
controlado o simulado. Que sepas que estoy ahí.
Pero dicha cercanía duele, y hace doler. Se
adhiere al intelecto, confunde a veces, y distrae
de lo que como verdad debemos hacer.

Así son los sentimientos, indómitos, chúcaros,
encarcelados por egoísmos ajenos, llenos de
enormes roqueríos. LLenos de miedos y consfusos
pensamientos.

Ojalá todo fuese mas fácil, si todo se pudiese
decir, si todo en cuanto uno quisiera se
permitiera cumplir, sería igual un conflicto
en el que la libertad de unos chocaría contra
la libertad de otros.

Hay quienes no entienden el verdadero concepto
del tiempo, y envejecen en su porfía, incluso
a costa de su propia seguridad e integridad.
Imprudentes, ciegos, e irreverentes ante el
riesgo y los resultados de sus actos derivados
de su propia irresponsabilidad.

Cuanta pasión se puede sentir en un momento,
que tan sólo en un instante se desvanece en
el tiempo, destruyendo aquello que por años
de duro sacrificio sea ha construido, con
tanto cariño. Que tanta importancia podría
tener un segundo en la vida, al punto de que
toda una vida cambie en un segundo.

La gente no entiende, no comprende, no sabe,
y muchos ni siquiera se imaginan la verdad.
Muchísimos son los que creen lo que viven y
no se dan cuenta en lo que están. Es una
constante oscuridad que nubla hasta la visión
del más hábil e inteligente. En general, todos
creen que sus vidas ha transcurrido según lo
que han visto y conocido, y que todos los años
transcurridos, han sido parte de toda una
existencia. Pero tan sólo basta con mirar un
poco dónde estamos ahora mismo, para darnos
cuenta que toda una vida, no fue más que un
segundo, y que muchas cosas de las que guardamos
están ahí, aún presentes desde siempre en
nuestras mentes, como una condenatoria
eternidad vigente.

Algunos obsequian flores, otros música, otros
serán recordados por sus notables acciones, o
simplemente por su olor. Como sea, todos
tiene algo que aportar, tan sólo para permitirse
estar vigentes en el recuerdo de la historia,
una y otra vez, cautivos en tu mente, cada vez,
que le necesites, ahí estará.

Es un acto de fe, de creencia, más allá de la
propia cultura y hábito adquirido. Es un
sentir que trasciende más allá del tiempo,
sin mezquindad, sin objetivo, sin necesidad.
Tan sólo un lindo recuerdo que generosamente,
siempre nos acompañará por siempre.

11 diciembre, 2008

Una banca, un pensamiento


Una banca y un pensamiento, tan sólo
eso bastaba para intentar comunicarse
a través del tiempo. Aquellos mensajes
que alguna vez fueron, y que marcaron
las vidas para siempre, en un afán sin
precedentes, basado únicamente en lo
más divino de un sentimiento.

Aquél joven, paseaba su miraba, donde
algunas voces interrumpían constantemente
su profunda meditación. Podía escuchar los
molestos sonidos de la ciudad, incluso ciertos
pasos de algunos que con su curiosa mirada se
atrevían a interrumpir aquel divino momento.
Podía ver las aves a través de sus sonidos,
intentando sacar de su cabeza el constante
rugir de aquella congestionada ciudad.
Hasta que en un momento dado, los vehículos,
por momentos, parecían casi desaparecer,
y su pensamiento sólo se enfocó
en un puro objetivo, ver a través del
tiempo, aquellas claras imágenes de quienes
alguna ves, estuvieron cobijados bajo
la sombra de aquel árbol, tan
solo compartiendo unos pocos pero
gratísimos momentos, ya sea conversado,
o simplemente sintiendo la compañía
anhelada de la suave brisa del viento.

Algunas galletas, una bebida de tarro,
y que más podía necesitar para compartir
en soledad un momento tan grato, como la
tranquilidad de su soledad. Algunos jóvenes
jugaban con unas regaderas, mojándose y
riendo como chicos traviesos en aquel día
tan caluroso. Detrás, unas personas haciendo
taichi, mientras un entusiasta ciclista se
detenía muy cerca a contemplarlos. Algunas
guapas chicas, se paseaban por ahí, otras
no tanto, también. Algunas parejas, otros
grupos de jóvenes, y en un momento dado
una niña de rústica apariencia se atrevió
a acercarse a pedir unas monedas. Situación
que le produjo bastante desconfianza, porque
le sintió, antes de que llegara a su lado,
obligándole a ponerse de pie, mas que nada
por desconfianza, y le aterrizó en el
sentido de que no podía dejar de estar
atento ni un minuto. Sacó una moneda de
su bolsillo, pareciéndole barato comprar
su tranquilidad. Por suerte, nada importante.

En un momento dado, por un buen rato,
su cabeza se inclinó lentamente, y como
buscando lo impensable miró el suelo,
imaginando tal vez, que aquella arenilla
seca tenía cierto parecido a la de una playa.

Cuando levantó su mirada, dejó su tarro
bebestible, una crush, que dejó en su lado
izquierdo, y que miró con cierto toque de
nostalgia. Entonces fue que con lentitud
cerró un instante sus ojos, mientras su
brazo izquierdo se extendía apoyándose en
aquella banca, y sus manos discretas
trataban de abrazar el aire, como queriendo
coger en la nada. Fueron tan solo cinco
minutos en que su imaginación voló tan lejos
y tan cerca a la vez, tocando muy suavemente
con sus dedos detrás de un cuello imaginario.
Entonces fue que empezó a sentir un calorcito
muy notorio, más allá de la temperatura normal
del entorno, y pudo capturar la sensación de
estar efectivamente tocando el aire con sus
manos. Era un hormigueo en sus manos, como
si se agruparan millones de agujas clavándole
directamente sobre sus palmas.

Luego terminó su música, y dejó aquello,
para decididamente saciar con un momento de
relax y esparcimiento aquel breve momento.

Su mente ya volvía en sí, cuando de pronto
un teléfono vibraba anunciando un mensaje de
texto. Así, es, la "publicidad" está en todas
partes, y algunas más especiales y originales
que otras. En fin.

Después de un rato, tan sólo se dedicó a
contemplar a dos personas haciendo taichi,
un oriental que enseñaba a un occidental.

Y la vida continúa... el trabajo debe seguir,
porque la ciudad nunca duerme. Pero la verdadera
libertad, no está en aquello que se nos sea
posible de hacer, sino en aquello que en
nuestro privado momento somos capaces de
alcanzar a percibir. Más allá de las limitaciones
del tiempo, más allá de nuestras propias
limitaciones y prejuicios, estamos solos,
en un constante silencio. Pero con la dicha
de ser libres en nuestro propio pensamiento.

07 diciembre, 2008

Dance (1)



Proximamente...

Ya habrá tiempo y tranquilidad para tomar un tema tan
fascinante como la danza, que más allá de unos simples
movimientos, se trata de una expresión, un arte, una entrega.




Por mientras un ejemplo de la muestra:




20 noviembre, 2008

RECESO


Según la real academia, esta palabra
Se define como:

Interrupción o descanso momentáneo
Que se hace en una actividad.

Fuente:
http://es.thefreedictionary.com/receso



Nunca en mi vida, pensé que tendría
que considerar esta palabra como una
prioridad, pero así es. La cabeza debe
descansar, y las ideas volver a ordenarse
como debe ser. El camino trazado debe
seguir intacto, y en su curso lógico.
Parece fácil de decir, porque el papel
aguanta de todo, pero es una necesidad.

Poco a poco, se vendrá la calma,
porque así fuimos diseñados. Somos
seres inteligentes capaces de adaptarnos
ante la inclemencia y las dificultades
de la vida. De eso se trata la evolución.

Como padres comprendemos nuestra
naturaleza y responsabilidad de ser
intachables ante nuestros hijos, y
mostrarnos fuertes y robustos.

A veces, flaqueamos, porque no todo en
la vida es color de rosa, y no siempre
todo circula como lo esperamos. En cierta
forma esa es la gracia de la vida, superar
las adversidades, y seguir adelante.

Con los años, he aprendido que el humor
es lo que mejor alivia las penas, y nos
libera de la angustia. También debe existir
voluntad de nuestra parte, para solucionar
las dificultades de la mejor manera posible.
Hacer una pausa, contar hasta 10, y continuar,
ya más sereno, más tranquilo.

Dejar de lado aquello que nos acongoja,
y cambiar el enfoque. Algo que muchas veces
resulta difícil tarea, pero que finalmente
se puede.

Respirar hondo, sentir el esfuerzo de un
buen ejercicio, escuchar música movida,
disco, rap, regetón, salsa, en fin, todo
eso ayuda. Porque la pausa, no significa
quedarse quieto pensando en el problema,
sino, llenarse con otras actividades que
nos desvinculen de aquel molesto ruido.

Alguien dijo una vez, que "Cuando un
problema no tiene solución, deja de ser
un problema".

Sentir puede ser un problema, pero
Es inevitable, por lo tanto sólo hay que
Dejarlo aún lado, y seguir con otra cosa
Más productiva. Aunque parezca absurdo
La vida consiste en eso. Nunca detenerse
A tal punto que te coman las hormigas.
Fluir y seguir con lo que se debe hacer,
Porque no siempre lo que se quiere es lo
Correcto, pero si es correcto seguir.

Una pausa, no tiene tiempo, sólo se
Desactiva cuando el momento ha madurado
Y la cordura es guiada por la inteligencia
Emocional.

Alguien, también dijo una vez, que todo
Resulta mejor con la cabeza fría, donde
La razón administra al sentimiento.

Cuesta, pero si uno ve las cosas desde afuera,
Puede entender mejor el entorno, y las cosas
Ya no son lo que nos parecían. Tarea nada
De fácil, pero es un ejercicio prudente.

Ser feliz es la clave, y esa
felicidad hay que procurarla, siempre.

Los niños son nuestro mejor ejemplo.

07 noviembre, 2008

UNA CABINA Y TRES CAMINOS


En el centro de una agitada ciudad, se encontraba

Mary, una anciana de ya casi 70 años, de aspecto

Elegante y sencillo, que rebozaba de mucha vitalidad.

Intentaba pasar en un cruce, tras salir de un centro

comunitario de ayuda a jóvenes adolescentes.

Buscaba ansiosamente un teléfono, y prontamente se

encausó por un corredor hasta llegar a una cabina

que se encontraba al fondo de un callejón sin salida.

Con algo de timidez, pero decidida, avanzó, con sus

ya lentos pasos, hasta lograr acercarse lo suficiente

y entrar en aquella cabina. Sacó un viejo y arrugado

papel desde su cartera, y cuando alzó su mano pudo ver,

en el reflejo de la cabina, su rostro marcado por los años.

Esbozó una leve sonrisa llena de picardía y empezó a marcar

un número, este empezaba con el 9. Mientras marcaba, el papel

que sostenía con su mano derecha, se escurrió entre sus dedos

y calló al suelo, saliendo por debajo de la puerta y fue arrebatado

por una repentina brisa. Intentó de memoria recordar el último

número. Dudó unos segundos y finalmente marcó el 3.

En un momento, todo se nubló y empezó a temblar.

La senil señora se asustó, y soltó el teléfono quedando

Paralizada por la impresión mientras el aparato colgaba

balanceándose fuertemente desde el cable. Las puertas

que ella misma había cerrado, estaban atascadas.

Trató de pedir ayuda, pero el lugar estaba desierto,

Y desde afuera nada se escuchaba, salvo el afanoso

Estremecer del viento y los objetos que caían a su

Rededor producto del movimiento.

Los vidrios de la cabina se empezaron a poner opacos,

y desde afuera, simplemente el empañamiento no dejaba

ver a la pobre anciana.

Al rato después, cesó el temblor, y la señora pudo

constatar que con calma y tranquilidad podría

salir de la cabina. Tras algunos intentos y con algo

de paciencia, logró abrió la puerta. Sorprendida,

lo único que pudo constatar, era que se encontraba

frente de otro lugar. Como si la cabina en sí, fuese

un ascensor y colindara con una habitación.

Era una habitación, bastante ordenada y cómoda, muy

sencilla y sobria, de colores amarillos, blancos, y

azules que combinaban armoniosamente con el lujoso

amoblado. Todo se veía impecable, y confortable.

Había un silencio que para una persona de ciudad de

Tan avanzada edad resultaba grato. Aquel lugar

inspiraba confianza y tranquilidad, y no dudó en

avanzar unos pasos. Su curiosidad era más fuerte,

y sólo caminó mientras miraba con asombro aquel lugar.

La puerta se cerró tras de ella, y sin más pudo observar

Que en el extremo opuesto, habían dos puertas

iguales a la que había dejado, y pensó que alguna

de ellas era la salida.

Siguió avanzando, y cruzó el lugar, y trató de salir del recito,

pero las puertas estaban todas cerradas.

Así pasaron las horas, el lugar era cómodo y muy

grato, a parte de ser enorme, y con algunos pasadizos

que daban el aspecto de un pequeño y simple laberinto.

Pese al tiempo transcurrido, no se desesperó, ya que

No sentía peligro, más bien era una sensación de cobijo,

Y las cosas a su alrededor le entretuvieron lo suficiente

Como para olvidar su angustia.

------------

En otra ciudad, desde un salón religioso salía de sus actividades

Parroquianas, Anny, una mujer que bordeaba los 61 años

De edad, de un aspecto sencillo y positivo. Era una persona

Muy alegre, pese a que en general mostraba mucha seriedad

Para cuando salía a la calle.

Iba en dirección a una plaza, portando un bolso artesanal

Lleno de libros y documentos propios de sus actividades y

Trabajo. Buscaba un teléfono público, escasos para la época

En que se encontraba, en pleno siglo 27. No obstante,

Siempre recordaba que había uno de emergencia en esa plaza

Que solía usar cuando su oletouchphone se quedaba sin

Baterías.

Cuando llegó al lugar, se constató de que el aparato estaba

Fuera de servicio, y con algo de frustración, miró con pocas

Esperanzas a su rededor. En un rincón, a la distancia, pudo

Visualizar una cabina, la cual antes no estaba. Era de color

Rojo por fuera, de vidrios trasparentes con lindos vitrales,

Que le daban un toque especialmente místico pero atractivo.

Era medio día y había mucha gente por doquier, buscando

Lugares para almorzar, comprar o divertirse. Por lo que no

Dudó mucho y se dirigió hacia la cabina. Se veía desde la

Esquina, casi apenas, dado que se encontraba en un

Corredor que seguramente habían construido hace poco.

El corredor era un tanto solitario, y sin más se apresuró

A entrar en la cabina y usar el teléfono. Buscó en su bolso

Unos ticket que acercó al censor del teléfono, activando

El aparato. Recordaba de memoria su número y comenzó

A marcarlo. Pero cuando casi terminaba, dudó en el último

Número, y sin querer marcó el 3.

Al momento de marcar el último dígito, la cabina se

Cerró automáticamente, dejando atrapada a la anciana,

La que trató desesperadamente de pedir auxilio. La cabina

Estaba totalmente sellada, y por la agitación, los vidrios

Empezaron a empañarse rápidamente.

La asustada mujer trató de mirar hacia fuera, limpiando

Afanosamente uno de los ventanales con su mano derecha,

Y sólo pudo ver una intensa lluvia repentina que se proyectó

Con fuerza sobre aquel lugar, luego unas voluminosas

Nubes que chocaban entre sí, daban destellos de relámpagos

Que al cabo de unos pocos segundos estremecían el lugar con su

Ensordecedor trueno.

El miedo fue aquietado, cuando vio su expresión reflejada

En la superficie del teléfono. Y se tranquilizó. Respiró hondo

Y procedió a tratar de abrir la puerta con total serenidad.

Entonces, la puerta se abrió lentamente, dejando ver la

Elegante habitación, que era habitada por una hermosa

joven de no más de 17 años.

Ambas mujeres estaban algo distantes y se miraron con extrañeza

y curiosidad. Anny tubo una sensación muy intensa, que no denotaba

signos de peligro o maldad, más bien era una profunda paz interior,

acompañado de un mareo suave.

Anny se acercó poco a poco a la joven, la que inmóvil le

esbozó una leve sonrisa, con un dejo de alivio.

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En otro lugar, Magy recorría un parque en busca de una cabina telefónica.

Siempre apurada, olvidó traer el número que debía marcar. Vestía un

cómodo buzo deportivo, sin bolsillos, que le asentaba bastante bien a

sus vitales 58 años. Como siempre, apurada, no quería perder tiempo,

y se fue por un solitario corredor, en cuyo final se encontraba una linda

cabina telefónica. Entró rápidamente, y se puso a marcar con sus ágiles

y finos dedos el número que recordaba. Mientras marcaba, se distrajo

un segundo y casi sin querer marcó el número 3.

Desde afuera la cabina fue desapareciendo de vista, mientras una

Repentina ventisca hizo que una espesísima nube de polvo se

Esparcía por el lugar.

En singulares circunstancias, y después de un buen susto, la calma

Volvío cuando por fin pudo abrir la puerta. Una vez hecho eso,

Se encontró ante una muy bien iluminada habitación, en donde

Se encontraban dos personas conversando a lo lejos, sobre un

Cómodo sofá.

Magi, al ver a estas dos personas, su pulso se fue normalizando.

No quiso interrumpir inmediatamente, y se acercó con cautela,

Mientras la puerta se cerraba lentamente, sin emitir ruido alguno.

Aunque no les conocía, su aspecto le parecía algo familiar, y

Sin más dijo – Perdón!, dónde estoy?. Las dos jóvenes, se

Pararon como un resorte y le respondieron al unísono con

Otra pregunta, - Y tú! Por dónde entraste?, Hemos tratado

De salir de aquí por horas, y las puertas están todas herméticamente

Cerradas. A lo cual Magi, desconcertada, le indicó la puerta

Que estaba a sus espaldas. Las dos jóvenes inmediatamente

Corrieron hacia la puerta que indicaba y trataron de abrirla,

Pero al igual que las otras, también se encontraba totalmente

Sellada.

Después de algunas discusiones, se calmaron y se dirigieron

Hacia Magi, quién estaba totalmente desconcertada.

- Que sucede?, preguntó Magi, con algo de impaciencia.

Las dos jóvenes, la miraron de pie a cabeza, y comentaron

Casi como murmurando entre ellas – Es que aún no se ha dado cuenta.

Magi, apenas pudo escuchar el cuchicheo, y dijo: -Darme cuenta de qué?

- Mírate, dijeron en coro ambas. Entonces Magi, bajó su mirada. Se percató

Que su atuendo era el mismo, aunque aparentemente se veía más delgada. Su real

Extrañeza fue cuando vio sus manos. Ya no tenían arrugas. Inmediatamente se tocó

Su rostro y lo sintió liso y terso. Sin más preámbulo se arremangó el buzo y se revisó

Ambos brazos y luego ambas piernas, extremidades que fácilmente reflejaban el

Aspecto de una persona totalmente joven. Luego palpó su delgadísimo vientre,

Y notó que toda su piel era suave y perfecta.

Algo asustada, retrocedió y dijo – Que es esto?, Es algún truco?, Quienes son ustedes?

Por qué me tienen aquí?.

Las dos chicas, ya habían estado horas en aquel lugar, y con total calma le trataron de

Explicar lo que había sucedido con ellas mismas. Aún así, ninguna de las tres jóvenes

Se explicaba tal fenómeno. Lo cierto, era que tras cruzar la puerta, sus canas habían

Desaparecido y una enorme sensación de gran vitalidad les envolvía seductoramente.

La pregunta correcta era, - Qué umbral cruzaron que les permitió tal milagroso cambio?.

En el lugar no había espejos, por tanto sólo pudieron constatar su joven aspecto

En el reflejo de una hermosa pileta que hacía de adorno en el centro de la habitación.

Esto lo lograban, interrumpiendo el flujo de agua que se desprendía desde una

Hermosa figura de mármol, que simulaba un niño vestido de ángel.

--------------

Un cuarto portal apareció de la nada, entonces una estilizada

Figura de un hombre delgado, se visualizó en el fondo de la cabina.

Estaba sentado en el piso, apoyado contra la pared, recogido, con sus dos

manos entrelazadas sobre sus piernas, y su cabeza levemente inclinada

hacia un lado. Era un anciano con una largísimo barba, que no se

visualizaba muy bien desde donde las tres mujeres estaban.

La puerta lentamente empezaba a cerrarse, y las tres mujeres corrieron

A tratar de impedir que esta se cerrase por completo. Por fortuna,

Las puertas se toparon en uno de sus pies, que producto de la apertura,

Provocaron que una de las piernas del sujeto se extendiese.

Mientras una de las chicas atendía al viejo, las otras trataban de manipular

La cabina, presionando desesperadamente los botones del teléfono. Pero

Esta no se movía.

Colocaron entonces una traba en la puerta, mientras sacaban al pesado

Viejo, y lo colocaban en uno de los sillones.

Vestía totalmente de negro, un atuendo bastante simple, muy limpio,

sombrero de ala corta, pantalones a rayas y una camisa totalmente desgastada,

como si hubiesen pasado muchísimos años, pero sin que esto pudiese hacer

mella en su color. Unos zapatos grandes y formales le acompañaban. Todo era

negro, incluso su corbata, sus anteojos y un bastón. No traía joyas, reloj, comunicador,

ni ningún tipo de identificación.

Las chicas se miraban entre sí, y con más interrogantes que antes, sólo atinaron

A tratar de despertarlo.

Así pasaron varias horas, y el tipo yacía inerte recostado sobre sus espaldas. Tal vez

Era el único que poseía la respuesta de tal inesperado acertijo. Pero estaba vivo,

Y tendrían que esperar...

Era indudable que había sucedido algo extraordinario, y maravilloso, por cierto.

Sentir tal grado de juventud, era una sensación casi perfecta, aunque de inciertas

Pero similares circunstancias. La pregunta común era, - Por cuanto tiempo más

Habría que esperar?, y Esperar qué?.

Todo tenía que tener algún sentido, alguna una respuesta, eran 4 cabinas, 3 mujeres

Jóvenes, y 1 hombre viejo, 1 cabina abierta. Nada tenía sentido.

Por su parte, Mary dijo - Sólo tendríamos que esperar, porque el tiempo no se detiene,

a menos que en este lugar esa simple regla no se cumpla como se suele pensar.

Y las cosas que se precian como significativas no lo sean, si no, al revés de cómo

las observamos.

Anny inmediatamente exclamó. - Pero qué dices Mary!, todo tiene una explicación

Lógica, y esto no es más que algún tipo de sueño o experimento que debemos pasar.

Magy por su parte exclamó. – Busquemos una salida pronto, de todas formas alguien

Nos tendrá que buscar! Esto no puede estar pasando. Pero es curioso, ninguna siente

Miedo, ni peligro. Y este hombre cuando despierte no nos dará ninguna respuesta.

Dicho esto, se escuchó una cuarta voz diciendo. – Eso no es del todo cierto mi niña!.

Aquel hombre se levantó poco a poco, ante el asombro de las chicas.

Que perplejas muy lentamente giraron al unísono sus cabezas en dirección al viejo,

Que ya se encontraba sentado en el sillón y apoyado en su bastón.

Las tres chicas armaron un leve alboroto, y le preguntaron que sabía de lo sucedido.

El anciano, las miró con mucha ternura, y les dijo...

Nada es lo que parece niñas, sólo los números tienen la respuesta de lo que tanto

Han anhelado en sus vidas. Todo gira en torno al tiempo, en apariencia,

Y sólo perdura aquel sentimiento que tan celosamente han guardado por tantos

Años. Es una sensación común que gobierna nuestras vidas y nos comunica. Están

Aquí por una razón, y esa razón es el resultado de una decisión. Es una opción,

Y como tal, nos conduce hacia un nuevo camino.

Dicho esto, el anciano se paró del sillón donde estaba, y se aproximó a las tres

Jóvenes. Posó su mano derecha sobre ellas, y en ese preciso instante, cada una apareció

en un lugar diferente, dentro de sus respectivas cabinas.

Sin poder comprender las palabras del viejo, cada una vió como la cabina se deshacía

Ante sus ojos, y lo único que vieron cerca era un arrugado papel amarillo bajo sus

Pies con un número de 8 dígitos terminado en 3.

16 octubre, 2008

Sentido


Era una pequeña foto, un regalo discreto,
fino, simple, y sencillo, que encerraba
tal vez, un mensaje oculto casi imperceptible.
Pero ahí estaba, recogido en el minuto preciso,
rescatado de un mundo tecnológico en dónde
la distancia no existe.

Su perfil era hermoso, divino y majestuoso,
casi tal como le conoció alguna vez. Su
sonrisa, muchas veces añorada, era entregada
a quién era apenas visible desde una esquina.
Un afortunado y total extraño para él.

Seguramente, en aquella esquina, había un ser
que realmente le merecía, alguien capaz de
jugarse por completo sin mayores cuestionamientos,
sin temores, sin amarras, siendo más simple y
concreto en su pensamiento y en sus decisiones.
Alguien capaz de ofrecer lo que ella tanto
merecía. Alguien elegido por ella.

Miró con nostalgia su recuerdo, y anheló
otras imágenes, que le permitieran pensar
en el real significado de lo que sentía.

Era curioso, pero el solo hecho de saber
que estaba bien le bastaba, no pedía
nada más que la posibilidad de guardar
algún otro recuerdo, que tal vez algún
le llegaría, casi por fortuna, o casi
por donación.

Su sueño, estaba impregnado de nostalgia,
y su mente confusa y distante, sólo
percibía en el final de su mirada, la
alegría que alguna vez, por su estupidez,
perdió.

No obstante, y absolutamente claro en su
presente, se imaginaba que algún día
le vería, bajo un cálido sol, situado
en algún frondoso y tranquilo lugar,
sin intervenciones, para sólo sentir
la dulce calidez de sus manos. Poder
abrazarle con limpia ternura, y en
su inclinado rostro dejar en libertad
sus lágrimas reprimidas por tantos años...

Entonces ella pensó...

Luego de un rato, en silencio... él...

CONTINUARÁ...

10 octubre, 2008

Los Sonidos




Era una tarde, sencilla como cualquier otra.
Mientras el suave sonido de la música se
desprendía de unos pequeñísimos audífonos.
De fondo, el sonido del viento era quebrado
por la alucinante majestuosidad de los truenos
a lo lejos. Apenas algunos pájaros hacían
sentir su canto, como complemento de la vida
que se gestaba en tan breve espacio.

Algunos de esos sonidos, ejecutados magistralmente
se daban a entender como voces que invitaban a
pensar y sentir, que las cosas más sencillas,
nos pueden brindar algunos momentos de
felicidad y paz.

En tan solo un instante, cientos de miles de
gotas de agua caían libres tras la ventana,
como lágrimas, que se escurren en pos de un
mensaje sin fin. Tal vez las siluetas
que se visualizaban bajo aquellas grandes y
pomposas nubes, ocultaban pacíficamente
aquello que muchas veces no queremos ver,
pero que sin embargo está ahí,
quietos y pacientes, en una eternidad que
sólo pretende observar nuestra evolución
desde lo alto.

Oh! sí, cuantos sonidos, cuantas imágenes
se pueden construir en nuestra mente, en
tantas variadas formas, y que sólo nos
conformamos con aquellas que nos parecen
más simples o entendibles a nuestros
limitados sentidos. Pero ahí están,
siempre como discretos mensajes que
a veces no quisiéramos dejar de oír,
pero que sin embargo nos seduce en la
nostalgia, la alegría, del simple hecho
de hacernos reír.

Aquí hay paz, una paz inmensa, inquebrantable,
que nos acompaña y nos rodea de nosotros
mismos, y que cada vez que la necesitemos
estará cuando nuestra mente se entregue a
recibirla.

Así son los sonidos, la armonía perfecta
entre las cuerdas de algún instrumento y
la naturaleza que nos rodea, alejado de
las ruidosa y molestas ciudades. Distante
hasta donde la mente pueda vagar, libre
de volar, llano al eterno caminar sin
preocuparnos de un rumbo a seguir, más
allá de lo que siempre nos limita.

Lo importante, es sentir aquel instante,
en que lo único que existe por breves
momentos es "la música y yo".

29 septiembre, 2008

Cecy2014

Caía la tarde, de un día nublado,
casi al borde de la lluvia, donde
el frío se hacía sentir con una cálida
brisa otoñal. Estában en una vieja
casona de aspecto rústico, no muy alta,
que se encontraba en fase de remodelación.
Algunos materiales, como pintura, pasta
muro, rollos de papel decomural y herramientas
varias se encontraban dispersas por gran parte
de aquel lugar.

Toda la familia recorría aquel lugar,
en una meticulosa faena de revisión
de la casa, con la idea fija de establecer
vivienda y negocio en un mismo lugar.

En un momento dado, el padre de familia
se hacercó a quién a lo lejos parecía ser
una asistente comercial. De apariencia
sencilla, delgada, pelo liso hasta los hombros.
Estaba sentada de lado, sobre unas escaleras
de no más de tres escalones que entrelazaba
el desnivel de dos pisos de dos habitaciones
contiguas. Con sus piernas juntas, la muchacha,
apoyaba una carpeta que cogía entre sus manos,
y mientras escribía en ella con afanada actitud,
se denotaba en pálido rostro, un dejo de
melancolía que curiosamente podía percibir a
la distancia en que me encontraba.


El hombre, dejó la familia en libertad para
que continuasen con el recorrido, y se dirigió
a la muchacha.

En la medida que se acercaba, se le hacía más
evidente esa extraña sensación, al punto de
acelerar notoriamente sus pulsaciones, siendo
evidente el hecho de no querer perder de
vista su sigilosa búsqueda interior, al punto
de poder escuchar o sentir su propio latido.

¿Por qué?, trataba de entender que sucedía,
hasta que con cierto grado de timidez, se atrevió
a acercarse.

Justo en el intento en que él se acercaba, la
muchacha volteó lentamente, y le miró a través
de sus vidrios empañados y empapados por lágrimas
que se escapaban por sus mejillas, emprendiendo
una rápida huida.

El joven dijo - ¡Espera!, y no pudo detenerle.
Ya cuando salió de aquel cuarto, la lluvia se
hacía evidente, y la escurridiza niña había
desaparecido.

El viento azotaba algunas de las ventanas que
se encontraban abiertas, e hizo volar un papel
que se encontraba en el suelo hasta sus pies,
desde dónde se encontraba escribiendo la joven.

En un momento de inmovilidad, miró aquel papel
desde su erguida altura, y lentamente se agachó
a recogerlo. Era una hoja de color amarillento,
muy vivido, con tenues líneas horizontales.
portaba una nota que llenaba la página entera,
la cual leyó lentamente.

El rostro del muchacho se tornó pálido, en la
medida que leía cada línea, y sus ojos parecían
expandirse con una expresión de asombro inusual.

El papel se encontraba húmedo aún, y denotaba
en su superficie las lágrimas derramadas con la
melancólica única de quién expresaba resumidamente
una parte importante del recuento de su vida.

Cuando llegó su familia, el joven simplemente
ocultó discretamente la nota. No quería problemas,
y sus recuerdos eran parte de esa historia escrita.

El muchacho tenía una vida normal, sin mayores
contratiempos, sin mayores emociones de las que
puede ofrecer una vida abnegada, y siempre
dispuesta para sus seres queridos.


Una vez que llegaron a una habitación, donde
se establecía un negocio que era de su madre,
se pusieron a conversar cosas cotidianas.
Pero su nerviosismo era evidente, y sin más
no pudo evitar ciertas preguntas.

Finalmente, sin saber que más hacer ante
el acoso de su estado, tomó el valor de
contarle a su madre sobre el hecho, en
un momento en que se encontraron a solas
en el pequeño negocio.

Ella lo escuchó un tanto preocupada, y le
dijo: - Tienes que clarificar tus emociones,
y por tu tranquilidad interior, no hay mejor
camino que enfrentar la situaciones que
la vida nos plantea.

Así fue como después de aquel episodio,
el muchacho indagó sobre la persona, y
con cierto temor descubrió que ella ya
no existía desde que una enfermedad
fulminante acabó con su vida el 14-Febrero-2014.

Aún más extraño, le resultó el descubrir
que entre todos lugares investigados en
Internet, la fecha de fallecimiento
siempre era la misma, considerando que
la fecha actual era el 29-Septiembre-2008,
según lo que él creía...