27 septiembre, 2009

Dormir (R)

Introducción:

Dormir es un lujo en estos días, las actividades, las responsabilidades y la constante carrera contra el tiempo, tratando de disfrutar aquellos momentos bellos y dejando atrás los que ya no lo son. En forma irregular nos llega el descanso, y en el entre tanto, se produce lo inesperado, una situación, un pensamiento, un nuevo momento. No se detiene lo que no se puede detener, y mientras miraba una película ensobrado bajo la tranquilidad de la madrugada, imaginaba que podía ver más allá de las paredes, y que otros verían lo mismo que yo, cosa muy común, pero a su vez pensarían en las coincidencias que brotan en aquellas imágenes creadas a razón de otras existencias. Gran diferencia es entre los que pueden recordar y los que olvidan, a fin de cuentas todo tiene una razón de ser, y aunque una película sea sólo eso, es.

Historia:

El insomnio se hacía presente en la lejanía próxima, con la claridad de aquello que no podía ver, cuando de pronto supo interpretar su origen. Permaneció en la tranquilidad de su cálido hogar, cosa que siempre disfrutaba por la paz que le regocijaba, cuando en foma inexplicable visualizó un movimiento cercano, desplazándose de un lugar a otro, con la inquietud de un nómade, como queriendo estar en todas partes a la vez. El tiempo transcurría rápido, y sin más llegó la noche.

Aquel día procuró dormir temprano, el cansancio le rendía, no obstante debió despertar por los típicos motivos paternales. Luego de eso, trató en vano de dormir, y mietras miraba la televisión, su constante diálogo le describía insaciablemene dada actividad del ser que le transgredía en su mente. Era de madrugada y casi era como si pudiese percibir sus pensamientos, tan real como fixticio, tan nítido como borroso a la vez, creía captar que no todo fué como esperaba para el ser, pero si notaba que cumplió cabalmente cada objetivo trazado, menos uno que sólo fué un anhelo momentáneo. Entonces quiso escribir un mensaje que le permitiera confirmar su extraña sensación, pero no se atrevió y simplemente lo expuso de otra forma. Fué una noche larga, donde el merecido descanso se le hacía tan esquivo como el aire entre sus dedos. Pensó y pensó, porque siempre tataba de racionalizar las cosas que le sucedían. Tapó por unos breves segundos su rostros con sus dos manos juntas, y pensó en lo cercano que le parecían ciertas escenas de la pelícual que observaba, un pensamiento que no era propio, porque provenía del otro ser.

Un breve diálogo entonces se produjo sin emitir palabra alguna, bajo la tenue luz de un parpadeo luminoso de su televisor, que duró apenas unos minutos, tan claros como para saber que tan despieto se encontraba. Entonces notó un movimiento de cabeza, y la comunicación se perdió.

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