16 marzo, 2009

El Génesis de Jo

Introducción:

Así fue como la historia transcurrió, pasando de generación en generación, y un pequeño se postergó, hasta que por fin, su tiempo, llegó.


Relato:

La ciudad estaba devastada por la soberbia de algunos pocos, sedientos de poder. Y que sin medir las consecuencias, llevaron a una nación totalmente próspera, a sucumbir bajo las ruinas del desastre.

Los edificios se veían a lo lejos, inclinados, añosos, y desgastados por los embastes
del caos. Sólo las ruinas, hacían de su presencia, un verdadero testimonio de la importancia que poseía aquella gran nación. Aquella ciudad, tal cual como si fuese
un pueblo fantasma, se encontraba desolada, con apenas unos pocos habitantes,
que temerosos, se apreciaban, ocultos tras los edificios que aún podían ser habitables.

Las gruesas ruedas de un Jip, se abrían paso entre los escombros de un rugoso y
Sinuoso camino. Eran cinco jóvenes, vestidos con polvorientos uniformes, que realizaban trabajos de investigación sobre aquella devastada zona. La gente les miraba con atención, pero no se les acercaban, por temor, ya que estos se encontraban fuertemente provistos de armamentos y algunos aparatos tecnológicos de scaneo.

Necesitaban combustible, y agua al corto plazo, y se internaron en la ciudad hasta
Llegar a un viejo almacén. Prácticamente todos sus vidrios se encontraban destruidos, denotando un claro síntoma de saqueo. Los muchachos, entraron con precaución, siendo Ana, quién dio la primera señal de haber encontrado víveres. Joshua se acercó rápidamente, comprobando la suerte de Ana, de haber encontrado un pesado baúl, fuertemente sellado aún.

Los demás, sacaron rápidamente sus equipos, y algunas herramientas del Jip, y se dirigieron donde Ana y Joshua se encontraba. Después de varios y forzados intentos
Lograron abrir aquél baúl, desde donde un destello encandiló el pequeño rincón dónde
Estaban. Ante su asombro, cogieron algunos instrumentos de scaneo, y examinaron
Con cuidado aquel extraño destello. Asombrados, descubrieron que una forma de
Vida estaba contenida en una especie de cápsula, sin aberturas, y rodeada en su interior de un líquido viscoso y espeso.

Tanto la caja como la esférica forma, eran de tamaño considerable, por tanto cogieron
El huevo con sumo cuidado, hasta lograr sacarlo del baúl. Era una especie de capullo,
Semitransparente, que apenas dejaba ver que algo en su interior se movía.

Con cuidado, lograron taladrar con su equipo quirúrgico, el grueso casquete, permitiendo ver en su interior a aquella criatura, que se encontraba empapada en un oloroso líquido viscoso que lo envolvía. Estaba vivo, y después de un lastimero llanto, ahogado en sus propios fluidos, logró reaccionar, comenzando a moverse. Era un niño de muy blanco aspecto. El grupo de jóvenes, sólo enmudeció ante aquel fenómeno, y sin emitir ruido, esperaron pacientes lo que sucediera.

Luego de un rato, se comunicaron con la base, e informaron aquel gran hallazgo,
Confirmando con aún mayor asombro, que desde la base, ya tenían antecedentes de dicha información. - Pero como puede ser posible, y se miraron extrañados. Entonces, solicitaron más antecedentes.
Desde la base, informaban con claridad, es un caso A4, clasificado. Dijeron, y cambiaron a línea de comunicación segura. El grupo se acercó al monitor, y observaron con atención las imágenes presentadas, que provenían desde otra zona. La situación era exactamente igual, la única diferencia, radicaba en que aquel ser era una niña, con similares características a la cual le llamaron Ell.


- La misión no termina aún, replicó Ana con enérgico énfasis, por tanto nos haremos cargo de cuidar y proteger al bebé, por el tiempo que sea necesario, por años tal vez.

Y así fue, como aquel grupo de jóvenes continuó en su interminable misión de investigación, protegiendo y resguardando la integridad de su gran hallazgo, a quién le llamaron Jo.

Pasaron muchos años, porque aquella misión de exploración, era casi interminable. Toda una enorme ciudad en ruinas, y muchos años de investigación dieron pié al rápido transcurrir del tiempo. Jo, por su parte, poco a poco se fue incorporando en los quehaceres del amistoso equipo, y pronto aprendió con bastante habilidad, todas las técnicas que desempeñaba cada uno.

Así fue como sin saber como, un día Jo, se sentó sobre una roca, mirando hacia el horizonte, y sintió la imperiosa necesidad de ir más allá de lo permitido. Y tras ver las enternecidas canas de sus protectores, les miró con total ternura, se puso de pié, y sin una sola palabra, Ana se acercó y le abrazó con cariño, y portando una lágrima en su rostro, aquel día Jo partió.



El resto es otra historia…

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