Muchas cosas pueden suceder en la vida, construimos día a día un destino mejor, pero aún así suceden imprevistos fuera de nuestro control, que muchas veces pueden doler, por diversos motivos.
Nunca hay que sentir pena por aquello que se hace, sino hay que meditar en aquello que no hicimos. Pero siempre con una visión positiva hacia un próximo paso mejor.
Aveces nos duele más el otro dolor, que el propio, y es porque se escapa a nuestro control, y esa pena surge producto de lo insoluble.
Algo siempre cambia.
Seguir adelante es el único camino, y un mejor destino habrás de encontrar.
Lo importante, es saber que ya no se está sólo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario