13 septiembre, 2011

Dispersión

Ha sido increíblemente tensa esta semana que pasó, incluyendo el día de hoy. Después de un fin de semana fuera de casa en la comodidad de un sillón, y algunos artilugios electrónicos, no ha habido tiempo ni siquiera para reflexionar, ni para meditar, ni para dormir como quisiera. A muchos les pasa, lo sé. Es como si esas acciones estuviesen restringidas.

Pero en fin, ya es otra semana, y el futuro es así, incierto, con un poco de lo que podemos direccionar, y otro poco de lo que nos rodea, sin parar.

Los pensamientos fluyen, pero las direcciones chocan entre sí, todo parece estar algo revuelto, y sin poder desentrañar.

Una nariz sangra, así como un río que fluye sin parar.


No hay comentarios.: