24 febrero, 2009

Cuestión de Amistad (Comentario genérico)

En la vida, muchas veces nos enfrentamos a diversas

situaciones, que no esperamos, o que simplemente

quisiéramos olvidar. Pero si fueron importantes

alguna vez, por siempre lo serán.


Un amigo, es algo muy especial, que denota

confiabilidad, integridad, y sobre todo

discreción. Pero muchas veces confiamos en

quien no debemos, o desconfiamos de

aquellos que están ahí sin pedir nada a cambio.

La cuestión es, como saber en quién

confíar, o porqué existe esta manía que nos obliga

a confesar aquello que sin ser malo

Nos hace sentir casi culpables, aún no existiendo.

Tal vez, es el momento que se dá, el lugar, la

privacidad obtenida en un momento dado,

que nos sume en nuestra embriaguez de confianza

mutua con nuestro amigo y nos hace contar un

pedazo de la historia del más recóndito rincón de

nuestro ser.


Alguien una vez dijo, “En la confianza está el peligro”,

y en el fondo esto sólo significaba que según la

situación los seres humanos se comportan, y

muchas veces aquello tan sagrado que se es recibido,

por descuido, intencional o no, sobrio o no,


Aflora, en el momento menos oportuno. No por

maldad, sino, por irreverente descuido

e irresponsabilidad, porque una cosa es lo que se

escucha, y otra cosa es lo que se dice, por lo tanto,

lo que es sagrado y privado para unos, para otros

son cosas más triviales.


El alcohol suele ser un buen ejemplo de ello. Otro

ejemplo, quizas sea la confianza de un niño por su

madre, que al fin al cabo, por el motivo que sea,

igual lo deja. También, he visto como un hombre

recogido en una cama de hospital, alababa el nombre

e Dios en una oración junto a su familia, nunca lo olvidaré.

El era ateo por principio y naturaleza, un buen hombre,

pero pese a su propia soberbia, producto de su dolor,

fue humilde y rogó sumido en los principios religiosos

de su amada esposa. Así, luego pasó el tiempo, y aquel

dolor físico mermó, y su ateismo volvió. Aunque ya nada

más volvió a ser distinto, porque la palabra “cáncer” lo

acompañaría de vez en vez a su curiosa forma de fe. Etc.

A fin de cuentas, la confianza entregada, es solo sagrada

para quién la entrega, pero no tan así para quién la recibe,

ya que jamás podrá sentir el valor de aquello que le fue

otorgado, porque nunca será capaz de estar en el pellejo

del otro, y entender la magnitud de su alcance.


Así, se van formando los cómplices, amigos de años, pero

ligados por una complicidad mutua que se llama “VERDAD”.


La verdad que muchos buscas, la verdad pura y limpia

que en su utópica forma se va transformando en “LIBERTAD”.


Cómo quisiéramos entonces que el mundo tuviese aquella,

tan preciada, madurez emocional,

para aceptar y permitir que dicha libertad aflore en toda

su plenitud asumiendo su real significado. entonces, queda

una pregunta, hasta que punto, la “CONFIANZA”, es viable

al punto de asumir el significado de la palabra “RIESGO”, y

en definitiva lo que esto implica, que no es otra cosa, que

aquelloque llamamos “CONSECUENCIAS”.


Todo tiene un precio en la vida, y por más que no queramos,

nada es gratis.


Por otro lado, no debemos olvidar nunca que nuestro diseño

nos permite sólo un instante, un “TIEMPO”, que no es otra

cosa que coger aquello que alguna vez se presentó

como nuestra gran oportunidad, y que por falta de definición

dejamos atrás.


Contrariamente a esto, otros definen, y también deben dejar

atrás, aquella oportunidad que nunca volverá.


Con esto recuerdo una frase de una canción, que dice:



Caminante son tus huellas
El camino nada más;
caminante no hay camino
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.



Pero muchas veces Dios no da aquella mágica segunda

oportunidad, para reflexionar y auto cuestionar nuestras

decisiones, que alguna vez nos dio aquel camino para andar.

Entonces, “AMISTAD”, es una gran palabra, y toma

sentido, pese a su extrema fragilidad. Es una constante

búsqueda de nuestro espíritu que nos permite salir de

la opresión de nuestras propias vivencias.


Es querer compartir aquello que viene con nosotros desde

hace siglos, y que en gratitud cedemos en una misma justa

medida.


Nada es fácil, sólo espero que estas palabras tengan la

fortaleza necesaria para que aquellos que son nuestros

seres queridos y sagrados, no se vean afectados.


Una verdad puede ocultarse, o quizás pueda omitirse,

o manipularse con astuta habilidad, pero una vez que

es entregada, queda a merced del amigo, quién

obviamente no sentirá su real intensidad. Y es en este

caso que se agrega una palabra más, que es

“RESPONSABILIDAD”, que es aquello que nos

permite tener el control, y transformar todo esto,

llamado “VIDA”, en un caos infinito, por toda una

eternidad.


Hay un último concepto que desequilibra todo estos

conceptos, y que en definitiva nos hace

“VULENRABLES”, ya que todo se mueve como

un perfecto reloj sincronizado en el tiempo, y donde

nada se tensa, ya en todo este universo es bien sabido

que el corazón no hace caso a la razón ya que el

corazón no piensa.


Pd.

Quizás por eso mi nombre es “SOLEDAD”.



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