27 noviembre, 2011

Hoy

Hoy es hoy, un día Domingo como cualquier otro, uno de esos días donde estar en casa debiese ser tan simple como descansar o hacer alguna actividad en familia. Pero no. Era poco más de medio día, y una angustia inmensa agolpaba los sentidos, no sé cómo explicarlo, era muy real, al punto de transformarse en dolor. Duró más de una hora, hora y media quizás, incluso un poco más.

Y ahora, cuando el calor se acentúa en la tranquilidad de una bullada noche, aquella sensación aminora enormemente. Qué alivio.

No sé qué pensar, no sé qué es, y sin importar que tan lento o rápido pasen las horas, sólo sé que mañana, mañana será.

No hay comentarios.: