Viernes, por fin viernes, un día done el fin es el comienzo, y aunque breve y conciso, es el despertar de un pequeño relajo. Así comienza esta historia, donde un sombrero de tres puntas, hace la diferencia entre la mayoría que sólo piensa en lo sobrio por sobre lo que es realmente divertido.
Una acción, una dirección, y el trenzado de sus cabellos perfectamente alineados daba firmeza al personaje, produciendo la locura y el asombro entre quienes gustosos le rodeaban para sacarse fotos.
Sus manos eran pequeñas, blancas y puras, y su personaje duro, grotesco y pintoresco como ninguno. Sus fans, sus seguidores, los que ampliamente se entremezclan, tan sólo para ser parte, y ahora los de ella.
Ya se viene… porque….
Un día feliz, no es un día que termina, sino, es un día que recién empieza.
La felicidad no se busca, simplemente se lleva consigo, y se contagia.
13 mayo, 2011
Jack
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