31 agosto, 2016

Gatos

Resultado de imagen para ojo de gato tiernoCaminó una vez por unas estrechas calles antiguas, llenas de gatos, y fue curioso recordar una de sus tantas pesadillas antiguas. Quería salir pronto de aquella sensación de encierro y asecho, para luego querer correr alrededor sin trabas por nuevas calles más despejadas y más amplias, y lo hizo soltando su mano cogida por unos escasos segundos. Esa era el único motivo de saltar entre escalones y grandes bloques de cemento. Quería sentir vida plena en aquellos breves momentos de emotividad.

Es cierto que no es fácil interpretar, dado que solo observamos lo que vemos, y también es cierto que somos capaces de percibir sin ver, pero lo más importante es la certeza sobre la existente eternidad, desde antes, en el ahora, y en un infinito más...

Las palabras son solo un pedacito de lo que somos cada día, nacidas de la memoria, de las vivencias, de los pensamientos que fluyen al viento y que sin duda, son recogidas sin más.

Hacer o no hacer, el eterno conflicto que limita la vida de muchos, y que no debiese existir jamás.

La esfera nos contiene, y el móvil que nos transporta es el que nos hace circular, en esta vida tangible, donde existen plagas y enfermedad. Es la eterna lucha de nuestras células, ante el enemigo que es nuestra propia verdad. Por eso, la salud es un valor importante que siempre debes cuidar, para poder tener un poco más de tiempo, y poder disfrutar, de cada momento, de cada instante, incluso de la suave brisa que es solo de quién es de corto caminar.

Las palabras fluyen, y mientras se escucha la música, lenta y elegida, aparece su rostro apacible entre la nada y un todo que no se quiere apartar. Porqué… preguntas sin preguntar… y es a bien sabido que es… y te das cuenta que en ese momento no necesitas nada más. El lugar apacible, casi silencioso mientras escribes, te inspira con total libertad, es el tiempo calmo, de una dimensión donde nadie más puede estar.

Al frente en un frasco los lápices juntos parecen estar, con distintas letras y en distinto lugar, dibujando en cada trazo que nadie más sabrá interpretar. Es así, levantas la mirada y sonríes porque sabes que es verdad. Entonces sientes aquella verdadera compañía que por siempre seguirá.

Es inevitable, lo sabes, y sigues leyendo, porque entre cada letra hay algo más, entre lo vuelves a leer, desde un inicio hasta el inconcluyente final.

Como quisiera correr, como quisiera…, una vez más, para alejar la mirada en un mismo horizonte, usando la imaginación, jugando en lo abstracto de un mundo ideal.

Así caminó entre gatos que le dejaron pasar.

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