Lo maravilloso de una noche de verano, está en la magia de
un instante, que por un segundo marcará tu vida para siempre. Es vivir cada día
y que nunca te canses de verle. Dedicar tu vida y estar presente en cada etapa, hasta que un día, su vuelo inminente, te permita conocer el cielo, sabiendo que la propia existencia perdurará más allá de la propia existencia.
Vivir por siempre... y más.
Vivir por siempre... y más.
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