Hoy vi un hombre admirable, de una grandeza y fortaleza
única, que mientras caminaba frente a mí, sujeto de su mástil plateado, era
capaz de confortar en una sonrisa su mejor anhelo y majestuosidad.
Pensaba en todo lo que significaba una vida, y el porqué de
muchas cosas. Me sentía como un explorador en un mundo complejo, donde lo
tangible y lo intangible se unen en un punto donde no hay marcha atrás. Porque
en el fondo, no todo depende de una decisión ni de una fuerte convicción o
voluntad, sino más bien, de un conjunto de eventos que no paran jamás.
No siempre es fácil
aceptar una convicción, no siempre es fácil aceptar la dirección de un camino, y
entonces nos preguntamos ¿Por qué?... y no nos damos cuenta de lo egoístas que
somos, ya sea porque intentamos doblar la historia, o porque la dejamos rodar.
Aún así, queda su imagen vívida en mi memoria, y lo que
admirable es ahora… inevitablemente, admirable será.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario