20 enero, 2011

Tres amigos


Tres amigos se juntaban cada fin de semana, muy temprano en la madrugada para compartir de una buena pesca, ese día aún no salía el sol y hacía algo de frío.

Acomodaron sus equipos, anzuelo, caña, como sólo ellos sabían, más algunos menesteres para comer mientras se ubicaban entre los gruesos maderos que les servían de apoyo. El lugar era maravilloso, tranquilo, limpio, y puro, se respiraba a libertad, y sobretodo a tranquilidad.

Sin más, Sentimiento fue el primero en romper con la rutina protocolar de los saludos, con una broma lanzada con gracia, rompiendo inmediatamente el silencio inicial, sacando una carcajada a Pensamiento. Lógica les miraba complacientemente, pero sólo logró esbozar una leve sonrisa, mientras sacudía su cabeza.

Cada uno tenía su propia forma de ser y estilo, pero siempre se juntaban de vez en cuando, como yuntas y grandes amigos que eran, inseparables, a compartir de una buena pesca.

Sentimiento por su parte, era el más entusiasta, emotivo, desenfrenado. Pensamiento era más bien confuso, algo ido, e indeciso. Lógica por su parte era el más centrado de los tres, pero muy callado, analítico, y observador.

Sentimiento comenzó comentando sus anhelos, sus sueños, sus deseos, sus necesidades sin tapujos, entusiasmado, contaba por ejemplo, que quería hacer un viaje en crucero a una isla caribeña, tomarse unas largas vacaciones, perderse por un tiempo, lejos del bullicio, del strees de la ciudad, poder estar en una hamaca y contemplar las estrellas, mientras saboreaba el dulzor de un buen jugo natural, y una música colindante proveniente de alguna fiesta cercana, que le endulzara los oídos con una suave algarabía.

Pensamiento, se entusiasmaba con las palabras de Sentimiento, y a su ves se cuestionaba, ciertos detalles. No obstante también compartió aquella “necesidad”, una especie de escape que lo alejase de la tensión, del ajetreo. No obstante, Pensamiento pensaba, y se transformaba en un mar de cuestionamientos inútiles.

Lógica, escuchaba con atención, siempre atento, y comentó: -Todo es posible, si no se revalsa el baso que en que se bebe. Pensamiento, le quedó mirando un tanto perplejo, y meditó sobre sus palabras, que eran razonables, aunque la locura de un momento así, le tentaba sobremanera. Pensamiento estaba lleno de temores, e inquietudes, muchas veces dejaba de lado ciertas oportunidades en que no habían términos medios, éxito o fracaso, algo impensable, algo del futuro imposible de adivinar.

Sentimiento alzó una carcajada, y les dijo: - Y para qué tanta cautela, de qué sirve, si no se vive la vida como se debe, qué se gana con ser tan cautelosos, par de miedosos, yo voy y punto. Pensamiento devolvió su mirada a Lógica, que no se mostró alterado en lo absoluto. No obstante, pensamiento entro en una aireada discusión con Sentimiento, y aunque compartían plenamente de aquel sueño, las dudas surgían.

Lógica los quedó mirando, mientras su rostro se encendía. Los calmó a ambos, diciendo: - Señores, sus sueños son reales, porque aunque sean sueños, ellos existen, pero no sufran por lo que viene, más bien, disfruten lo que tienen, ahora, en este preciso instante.

Los dos amigos, al escuchar estas palabras, guardaron unos segundos de silencio.

Sentimiento, no pudo contener las gotas que rodaron en sus mejillas, y dio gracias a Dios por sus buenos amigos.

Pensamiento, sintió paz, y dio gracias a Dios por compartir aquel simple momento, con sus buenos amigos.

Lógica, no dijo nada, pero en su interior, que fue notorio, dio gracias a Dios por aún conservar su fe, en El y en sus amigos.

Los tres amigos pasaron el día junto, disfrutaron del amanecer, de las aves, del horizonte lejano, del cielo cambiante, y en la tarde de una hermosa puesta de sol.

Finalmente, los tres amigos, acomodaron sus cosas, sus implementos de pesca, sus muletas, prótesis, bolsos, sus bastones, etc. y se retiraron sin despedirse, porque sabían perfectamente, que siempre habría un día más, para regalar, y un día más para recibir.

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